María Isabel González, vicepresidenta del Instituto de Ingenieros de Minas, analizó en una columna de opinión la situación actual de las empresas mineras.
Algunas empresas mineras, entre ellas Codelco han anunciado que ante el complejo escenario que ha generado el coronavirus y la baja del precio del cobre, la decisión de paralizar algunos de sus proyectos. Este anuncio parece preocupante, particularmente porque hoy, más que nunca, se requiere dinamizar la actividad económica para enfrentar los enormes costos que tendrá para el país la pandemia y las demandas sociales aún pendientes.
Como todos sabemos es la actividad minera la que sostiene mayormente la economía del país. Requerimos del desarrollo de nuevos proyectos para continuar la trayectoria de crecimiento y bienestar por el que hemos transitado durante los últimos 20 años.
La inmensa mayoría de las compañías mineras, han dado un ejemplo notable para continuar sus operaciones tomando todas las medidas necesarias y recomendadas, con el fin de prevenir el contagio del virus entre sus trabajadores, no puede entenderse la decisión de parar algunos proyectos mineros.
Si bien, el precio del cobre ha bajado debido a la disminución de la actividad económica por los efectos de la pandemia, se trata de una situación coyuntural que debiera superarse dentro de los próximos meses. Es más, diversos estudios demuestran que nuestro noble metal se caracteriza por ser un excelente agente antiviral y antimicrobiano con capacidades sanitizantes permanentes en el tiempo. Es así como la autoridad sanitaria de EE.UU. reconoció al cobre como el único metal con propiedades antimicrobianas.
Esto puede significar un nuevo mercado para metal rojo para prevenir contagios en hospitales, transporte público y todos los objetos que son de uso masivo.
En el caso de Codelco, es sabido que su situación financiera es difícil y que sus aportes al Estado han disminuido sustancialmente. En este escenario es válido analizar alternativas sobre cómo lograr un financiamiento estable de largo plazo para la continuidad de los proyectos estructurales, de modo de asegurar la viabilidad futura de la empresa más importante del país.
Sin duda, que vale la pena reevaluar la situación de paralización de los grandes proyectos mineros, en aras de asegurar nuestro crecimiento económico y la superación de la pobreza.