Los asistentes disfrutaron de un distendido y alegre ambiente en un agradable lugar, con abundante carne, música, juegos recreativos y karaoke.
No sólo comida hubo en el tradicional Asado Minero que alegra las jornadas de cada Convención del IIMCh. Este año, la música fue protagonista gracias a un masivo karaoke que contagió a la mayoría de los asistentes, que entonaron como mejor pudieron algunas conocidas canciones de la música popular.
Más temprano y después de la intensa jornada de sesiones plenarias y charlas técnicas de la segunda jornada de la 61ª Convención, los asistentes se dirigieron en buses especialmente dispuestos por la organización hacia el sector de Mantagua, distante a unos 25 kilómetros de Viña del Mar, la ciudad sede del evento del IIMCh.
Al llegar al lugar, los asistentes disfrutaron los últimos rayos de sol del día lunes 15 de noviembre con diversos juegos recreativos en los amplios jardines del agradable lugar donde se realizó el asado.
Juegos como pin pon, taca taca, tiro a la rana, rayuela, tiro de argollas y hasta un “canopy” cautivaron a los más de 150 asistentes que pasaron un muy buen rato cuando caía la tarde en el litoral central.
Después vino el asado propiamente tal, con toda clase de carnes y ensaladas acompañadas de un buen vino, que disfrutaron de igual manera tanto ejecutivos y profesionales mineros, como socios del IIMCh y estudiantes.
Karaoke, música y baile
Pero la comida sólo sería el preámbulo para la alegre convivencia que llegaría después de una breve presentación musical a cargo de un cantautor popular porteño.
El ambiente comenzó a encenderse con la interpretación llena de sentimiento y pasión de una cantante de canciones mexicanas, que mantuvo atento a toda la concurrencia con sus apasionadas letras que sacaron sonrisas y aplausos.
Después, la música se apoderó del lugar, aunque los verdaderos protagonistas fueron los propios asistentes, quienes micrófono en mano, interpretaron conocidos temas del cancionero popular.
El karaoke dio para todo: sentidas interpretaciones en solitario, aplaudidos duetos, clásicos tangos, románticos boleros y hasta cumbias y ritmos tropicales, que no tardaron en contagiar a un buen número que optó por el baile antes que por el canto.
De esta manera, el tradicional “Asado Minero” de la Convención del IIMCh mantuvo la tónica de todos los años de llevar alegría y camaradería a todos los asistentes.