La charla fue realizada a los alumnos y docentes de la Universidad de Antofagasta.
Juan Rayo, Presidente del Instituto de Ingenieros d Minas realizó el pasado viernes una charla orientada a que los académicos y alumnos de la Universidad de Antofagasta, tengan una visión educada del mundo minero actual y futuro, se brinda con la motivación que los futuros egresados logren desarrollarse adecuadamente en su profesión, por el bien de su familia, la minería y el país.
Hoy, el IIMCh reconoce alrededor de 15 universidades que imparten carrera de ingeniería civil asociado a la minería y metalurgia extractiva. “Hemos calculado que el universo de estudiantes de dichas carreras es cercano a 4.000 y los egresados de esta década oscilarán entre 300 a 500 por año. Esta enorme oferta de futuros profesionales de la minería debe ser focalizada y orientada para no crear cesantía profesional, frustraciones generalizada y animosidades insanas”, afirmó Juan Rayo.
Históricamente, los ingenieros civiles de minas y civiles en metalurgia tenían una enseñanza profunda de conocimientos básicos (matemática, física, química), más una enseñanza bastante descriptiva de los temas de especialidad. La gestión se obtenía con la práctica y el sacrificio personal, vida de campamento, trabajo por turnos, manejo de riesgos, manejo de conflictos laborales, etc. y la tecnología con trabajos en los departamentos de estudios de las empresas o en centros de I+D o universidad.
“Ese tipo de enseñanza está quedando en el pasado, las universidades están virando (algunos más rápidos y otros más lento) hacia otro perfil de profesional: Ya no requiere tanto conocimiento básico; Deben ser diestros digitalizadores e internautas; Deben estar al día con las tecnologías emergentes; Deben recibir conocimientos de gestión y medioambiente; También deben entender manejo comunitario y legislación básica minera”, aclaró.
Para finalizar, el presidente del IIMCh explicó que la carrera de los ingenieros civiles de la industria minera-metalurgia de chile y el mundo es altamente promisoria por los siguientes aspectos: “Actividad profesional variada y con muchos desafíos; Requiere actualización permanente de conocimientos (educación continua); Normalmente bien remunerada y con muchos beneficios interesantes; Permite conocer lugares lejanos y exóticos; Posibilita vivir en ciudades (con periodos fuera de casa)”, agregando que, “La minería chilena requiere de cientos de profesionales mineros para poder asumir los desafíos de crecimiento, diversificación y sustentabilidad” Finalizó.