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Tue, Oct

Socios del IIMCh celebran sus 25 y 50 años de vida profesional en la 58ª Convención

58° Convención IIMCh
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Las medallas que reconocen la trayectoria profesional de los socios fueron entregados en la tradicional cena de gala que se realizó en el marco de la 58ª Convención del IIMCh.

 


No sólo de paneles, charlas y debates vive la Convención Anual de los ingenieros de minas. Siempre se reservan una noche para celebrar a los socios que cumplen 25 y 50 años de vida profesional. Y así lo hicieron en el encuentro que se realiza en Copiapó.

En familia, con los amigos y los colegas de toda una vida, los profesionales de la minería encontraron el marco ideal para reconocer a sus pares con un merecido homenaje a sus trayectorias.

Más de 20 ingenieros mineros que cumplían un cuarto de siglo llegaron hasta Copiapó para recibir el reconocimiento de sus colegas. Los recuerdos afloraban entre risas y bromas cuando cada uno de los reconocidos era presentado con un diaporama que condensaba algunos de los aspectos más importantes de sus vidas como profesional, matizado con fotografías de distintas épocas.

Luego, los aplausos y la invitación a subir al escenario donde los esperaba un cercano, en la mayoría de los casos sus propias esposas, para entregarles la medalla que los acredita como profesionales con 25 años de trayectoria.

50 años

Sin embargo, aún faltaba el momento más emocionante de la noche. No es común que tres socios reciban en una sola Convención una medalla por 50 años de vida profesional, pero Copiapó demostró ser una excepción a la regla.

Con fuertes aplausos fueron homenajeados Eric Klohn Hecht, Mario Vega Santis y Jaime Silva Garín, cada uno dueño de una destacada trayectoria, ampliamente reconocida en el mundo de la minería.

El primero en recibir su medalla por medio siglo de ejercicio profesional fue el geólogo Eric Klohn. Emocionado, subió al escenario para recibir de manos de Rosita, su compañera de toda la vida, la medalla por sus 50 años de trayectoria ligada a la industria minera.

Al agradecer el premio, recordó sus primeros años cuando nadie creía que la geología tendría algún futuro, y destacó especialmente la ligazón que lo ha unido por más de cinco décadas al Instituto de Ingenieros de Minas.

Luego, los aplausos se prolongaron para reconocer al ingeniero Mario Vega Santis, quien también recibió la medalla de su esposa al momento de subir al escenario.

Nacido en Tocopilla y formado como profesional en condiciones muy distintas a las actuales, Mario Vega dedicó parte de su discurso de agradecimiento a rememorar esos difíciles años de muchos sacrificios. Aunque fue claro y categórico en decir que si pudiera volver a elegir su profesión, no dudaría en optar nuevamente por la ingeniería en minas.

Finalmente, Mario Silva Garín recibió la última de las medallas por 50 años de vida profesional en la 58ª Convención. Lamentablemente, su actual condición de salud no le permitió viajar personalmente a recibir el reconocimiento. En su lugar, uno de sus hijos recibió la medalla que testimonia medio siglo de vida profesional.

Fiesta bailable

Después de los homenajes, la emoción dio paso a una animada cena que derivó rápidamente en una fiesta que alegró a los cerca de 200 invitados al ritmo de la mejor música bailable para todos los gustos.

Desde la balada hasta el reggaetón, pasando por la cumbia, el pop y el rock & roll, la música encendió los ánimos de los presentes que se lanzaron en masa a la pista de baile para mostrar sus mejores pasos de los más variados estilos.

Las orejas, cintillos y cornetas que se distribuyeron por las mesas ayudaron a crear un entretenido ambiente lúdico y de gran jolgorio que mantuvo despiertos hasta altas horas de la madrugada a los más entusiastas.