En la actualidad el concepto más vigente es el ESG (Environmental, social and corporate governance) que engloba todo lo que se necesita para la Licencia social para operar. Este ESG incluye salud, seguridad, MA y comunidades.
Este panel fue diseñado para que sepamos de los mejores representantes de empresas de pequeña, mediana y gran minería como ven el mundo de la licencia social para operar, qué se debe hacer para que esta licencia permanezca en el tiempo y la minería sea aceptada.
Quienes participaron del panel fueron: Diego Hernández, presidente de SONAMI; Laila Ellis, vicepresidenta de salud, seguridad y medio ambiente en BHP; Rene Aguilar, vicepresidente de asuntos corporativos y sustentabilidad en Antofagasta Minerals; Guillermo Hernández Gerente General de Mina Invierno; Alfonso Domeyko, director nacional del Sernageomin.
La licencia social para operar es considerada para algunos como el permiso del pueblo para que una empresa minera diseñe, construya, opere y cierre una obra; yo veo a esta licencia como algo que no tiene un procedimiento, tampoco reglamento ni leyes, es solo la cultura del pueblo que acepte o no la operación de una faena minera.
Existen Licencias para operar bien variadas. Por ejemplo, en países como Nicaragua, La República Democrática del Congo e Irán, la licencia es débil debido a la poca influencia de las comunidades. En otros sectores del mundo como Argentina y Estados Unidos tienen influencia muy variada. Finalmente, existen alta influencia de comunidades en operaciones mineras, como es el caso de China y Perú.
Chile está en aquellos países en que la influencia es variada, pero ha ido creciendo en cuanto avanza el tiempo.
Antiguamente, las municipalidades se “peleaban” para que una obre minera estuviera presente en sus comunas, hoy vemos que la situación es distinta. Según explicó Diego Hernández esto se debe a la variación de los grupos de interés.
Años atrás los stakeholders solo eran la autoridad y la empresa, hoy esto ha cambiado, se pueden detectar grupos de interés como: Empresas, trabajadores, sindicatos, empresas contratistas, comunidades locales, regionales, nacionales. Autoridades locales, nacionales, regionales. Las ONG que abogan por transparencia, por temas ambientales o de género. Los pueblos originarios.
En la actualidad el concepto más vigente es el ESG (Environmental, social and corporate governance) que engloba todo lo que se necesita para la Licencia social para operar. Este ESG incluye salud, seguridad, MA y comunidades.
Lo que Laila Ellis nos comentó hace mucho sentido a lo que hoy vemos en minería y cómo debemos pensar. La vida de muchas operaciones mineras tiene fin y eso trae otra realidad a las comunidades, que no siempre estamos pensando. Las empresas mineras finalizan, cierran y se van, hay que pensar en que debemos dejar algo que no sea un problema a las comunidades.
El futuro es trabajar sin emisiones y evitando el uso de aguas continentales, de esta manera se abre la posibilidad de innovar para nuestros vecinos, para nuestra comunidad y ayudarlos no solo con trabajo si no que también con el cuidado del medio ambiente.
Saber sobre el proyecto “Somos Choapa” en temas de comunidades fue fundamental para el desarrollo de este panel.
Rene Aguilar detalló que en AMSA quieren pasar de la competencia a la convivencia con las comunidades de los territorios en que ellos operan. Eso es fantástico, es a lo que todos debemos aspirar en el futuro, ojalá cercano.
El desafío que hoy existe es integrar y potenciar las realidades de las comunidades que conviven con las obras mineras. El mecanismo para lograr esto es el desarrollo de espacios de dialogo, que es el principal articulador de acuerdos que generen legitimidad social, y la participación. Lograr acuerdos basados en una visión común de desarrollo.
Es imposible que el desarrollo económico prospere si no existe desarrollo social. No hay que mirar el territorio como un posible riesgo, debemos pensar que esos riesgos en un futuro se transformen en nuevas oportunidades.
El cierre de Mina invierno nos genera una lección que debemos aprender y tener en cuenta en todo lo que hemos pasado. La licencia social para operar debe ser más allá de nuestra comunidad local, debe generar adhesión a nivel nacional y también con políticos. Hoy la mina ubicada en Isla Riesco cierra por una decisión política y no por falta de oportunidades a las comunidades locales.
Alfonso Domeyko finalizó el panel explicando que esta licencia es dinámica, cambian conceptos, valores, creencias, etc. Y para obtenerla y que sea sostenible en el tiempo debe contener legitimidad social que la da el entender y cumplir las reglas del juego. La credibilidad es otro componente y se obtiene de divulgación constante de información clara y verdadera.
La Licencia Social para operar hay que entenderla de manera amplia, no solo limitarnos a la comunidad local, no creer que debemos enfocarnos en la comunidad específicas, sino que entenderla como una validación social de la sociedad completa.
El beneficio más importante que una empresa puede ofrecer a una comunidad local es puestos de trabajo de calidad. Algunas lo hacen si es que hay gente capacitada o gente que quiere ir a vivir a esa comunidad. Esto debería ser un objetivo de cualquier mina, no en todos los puestos, pero si hacerlo en algunos.
Las obras de desarrollo social deben definirlos las comunidades y no las empresas.