Luis Sougarret pretende fortalecer al Instituto dándole más importancia a los núcleos regionales y acercando a los socios que por diversas razones se han alejado del IIMCh.
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Con muchas ganas y entusiasmo asumió Luis Sougarret la presidencia del Instituto de Ingenieros de Minas de Chile. Un honor que corona una destacada trayectoria de más de 40 años como profesional minero. Y pese a que valora la gestión de su antecesor, Leopoldo Contreras, reconoce que tiene una lista de tareas pendientes que representarán nuevos desafíos para la institución. “Hay mucho por hacer”, dice con sinceridad.
“Creo que la presidencia del Instituto es una labor interesante que hay que dedicarle tiempo. Y yo estoy dispuesto a hacer todo lo posible para que el Instituto sea cada vez más grande”, asegura.
Y para lograr este objetivo, ya se encuentra trabajando completamente en este proyecto para enfrentar los desafíos pendientes, tanto a nivel interno en el propio Instituto, como a nivel general, como lo exige el prestigio y reconocimiento que el IIMCh ha ganado en casi ocho décadas de historia.
La primera gran tarea que Luis Sougarret se propone realizar es fortalecer al Instituto dándole más importancia a los núcleos regionales. Reconoce que es una promesa que ha escuchado desde siempre, pero está dispuesto a poner todo de su parte para –ahora sí- hacer realidad este sueño.
Este fortalecimiento de los núcleos y por lo tanto, del Instituto en su conjunto, va en la dirección de recuperar “el espíritu” que siempre ha tenido el Instituto. Y para lograrlo, admite que se necesita reencantar a muchos colegas que, por diversas razones, se han alejado de la institución.
“Debemos hacer esfuerzos en encontrar a la generación perdida, pues en los hechos, muchos de los socios realmente activos del Instituto ya tienen más de 40 años de profesión. También tenemos algunos recién egresados de las universidades. Pero hay una generación entre los 30 y los 45 años de edad que por diferentes motivos no participan en ninguna actividad del IIMCh. Por ello buscamos la forma de volver a reunirlos en torno al Instituto”, explica el nuevo presidente del IIMCh.
¿Y cómo hacerlo? “Bueno, muchos colegas se encuentran la mayor parte del tiempo trabajando en faenas, por lo que necesitamos apoyarnos en las nuevas tecnologías para volver a acercarlos al Instituto”, responde.
Enami
Otro aspecto que preocupa al Instituto se refiere a la situación que vive la pequeña y mediana minería. Y en este sentido, Enami asoma como un tema crucial para la nueva administración.
“Estos sectores (pequeña y mediana minería) se ven enfrentados a situaciones bastante complejas por el alto precio del cobre, y todo lo que involucra las plantas de beneficio de la Enami, y las plantas de minería que están sobre stockeadas. El Instituto está buscando formas de encontrar una solución y reducir esos stocks”, dice.
Desde el punto de vista legislativo, también hay otras cosas por definir como una eventual modificación al Código de Minería actualmente vigente.
“Gran parte de la propiedad minera está en manos de muy pocas compañías, lo que no permite que nuevos empresarios puedan participar en ellas. También existe una ley que deja que Codelco traspase sus pertenencias a Enami y ésta lo entregue a las pequeñas compañías, pero eso no es un proceso muy rápido. Por lo tanto, no es fácil de lograrlo”, explica Sougarret.
“Por otra parte, creemos que toda la información que posee Sernageomin debiera ser pública, tanto en lo referente a propiedades mineras como en la formación básica de geología. Ello permitiría a los inversionistas que están interesados en trabajar en Chile, conocer rápidamente las fundaciones gestantes”, agrega el presidente del Instituto.
Lo importante: avanzar
Luis Sougarret está confiado en hacer una buena gestión en estos dos años que se inician. Y para ello, ya trabaja en impulsar una agenda del sector con los principales representantes de la minería. Por lo pronto, se reunirá en los próximos días con el nuevo ministro Santiago González, y con otras autoridades para dejar en claro el papel protagónico que le cabe al Instituto en los grandes temas de la minería nacional.
“Hay muchas metas por hacer y nunca van a quedar todos 100% satisfechos, pero lo importante es avanzar, no enfrascarse en luchas de pequeñas cosas, sino que alcanzar una meta final a la que hay que dirigirse”, concluye.