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Mitsui entra al negocio del litio en Chile tras acuerdo con Minera Salar Blanco

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Se trata de una alianza que busca desarrollar la etapa 1 de la iniciativa, que requiere de una inversión de US$ 500 millones, para producir 15 mil toneladas de litio, además de eventuales expansiones.

Luego de más de un año de conversaciones, ayer se cerró el acuerdo entre la compañía japonesa Mitsui y Lithium Power International, controladora de Minera Salar Blanco, que busca explotar litio del salar de Maricunga.

El acuerdo considera el desarrollo conjunto para la estructuración financiera del proyecto, a cambio de la venta de las 15 mil toneladas de carbonato de litio que tiene planificada la iniciativa. Pero además, uno de los ejes tiene que ver con utilizar logística global y márketing de materiales de baterías de Mitsui en la distribución de este tipo productos, firma que busca completar el círculo en la fabricación y distribución de los autos eléctricos.

“Esto también incluye la concurrencia de Mitsui para poder participar directamente en la estructuración financiera, tanto vía instrumentos de equity, transformándose a futuro en un socio de la compañía de forma directa, o a través de deuda, lo que incluso puede ser a través de instituciones financieras que trabajan con Mitsui. La alianza es bastante amplia y va a transformar a Minera Salar Blanco en un vehículo muy relevante de Mitsui en Chile, para contribuir en el desarrollo de la industria del litio”, explica el gerente general de Minera Salar Blanco, Cristóbal García-Huidobro.

En una primera etapa, la iniciativa considera una inversión de unos US$ 500 millones, pero además, se acordó una colaboración estratégica para desarrollar otros proyectos mediante la introducción de nuevas tecnologías de extracción de litio, para lo que ya están trabajando. Con todo, Salar Blanco apunta a iniciar la construcción del proyecto en el primer trimestre de 2022, el que actualmente se encuentra en una etapa avanzada de desarrollo, habiendo recibido su aprobación ambiental en febrero de 2020.

En la “Etapa Uno”, se considera una capacidad nominal de 15.000 toneladas anuales de carbonato de litio de alta pureza y una vida útil de la mina de 20 años, además de potenciales expansiones, las que podrían realizarse en el marco de la alianza que tiene la minera con la estatal Codelco, que también es propietaria de pertenencias en el salar de Maricunga.

“Con Codelco seguimos trabajando, nosotros vamos a necesitarlos, para en el futuro poder explotar las pertenencias de código nuevo, para lo que se requiere el CEOL (Contrato Especial de Operación del Litio) que tiene Codelco. Tenemos muy buena relación, pero con ritmos distintos, hoy la prioridad es el desarrollo de la etapa 1, que va a utilizar cerca del 50% de las pertenencias mineras que tiene la compañía en el salar de Maricunga”, explica García-Huidobro.

El principal ejecutivo de Minera Salar Blanco —que es propiedad de Lithium Power International (LPI) y donde participan el empresario chileno Martín Borda y la canadiense Bearing Lithium—, también abordó el proyecto de royalty que se discute en Congreso, que incluye a las productoras de litio. Antes esto, recordó que se trata de una industria de magnitudes distintas a la del cobre.

“Hoy Chile está en una situación, que independiente de las posiciones políticas, todos como chilenos tenemos que hacer un esfuerzo por sacar el país adelante y volver a los niveles de crecimiento previo a la pandemia y el proyecto de royalty apunta en esa línea, aunque siempre iniciativas como estas pueden ser perfectibles. Creo que la demanda por minerales no se va a acabar y si bien existen otros países donde hay recursos, las condiciones no van a ser suficientes para cubrir la demanda, por lo que los proyectos seguirán siendo desarrollados y Chile seguirá teniendo inversión minera”, aseguró.

Fuente: El Mercurio