La mayor producción y ventas, la mejor gestión de los procesos en medio de la pandemia, la continuidad operacional y los menores costos, junto al efecto positivo del precio del cobre, explican los buenos resultados.
"Nuestra estrategia de transformación, que busca la excelencia de las operaciones y del diseño y ejecución de los proyectos, para posicionarnos entre las empresas más competitivas de la industria en 2024, se refleja en estos excelentes resultados. Produjimos más cobre, mantuvimos bajos los costos directos y avanzamos en alcanzar una mejor gestión en todos los ámbitos, lo que fue apoyado por un buen precio del metal, para alcanzar US$ 1.627 millones de excedentes en el primer trimestre", informó Juan Benavides, presidente del directorio de Codelco. Un nivel de excedentes de esta magnitud no se alcanzaba desde 2011, por lo que la cifra de este año es la más alta de la última década.
Respecto a la producción, entre enero y marzo, la estatal alcanzó las 386 mil toneladas de cobre fino, 25 mil toneladas más que el año anterior en el mismo período, gracias a la continuidad operacional y a una mejor ley del mineral.
A esto se agrega la baja de 0,2% en los costos directos (C1), que pasaron de 132,7 centavos de dólar la libra (c/lb) a 132,4 c/lb, que se explica por la mayor producción y la continuidad operacional de las plantas. El costo neto a cátodo (C3) se vio fuertemente impactado por la variación del dólar, con un aumento de más de 21%, desde 182,9 c/lb a 221,6 c/lb.
Benavides explicó que "la estrategia de transformación que estamos impulsando busca mejorar nuestro flujo de caja en US$ 20 mil millones para la década 2019-2028, respecto a la línea base de 2018. De ellos, US$ 8 mil millones los alcanzaremos a través de la captura de valor en los proyectos y los US$ 12 mil millones restantes por una mejor gestión. En este camino, durante el presente año tenemos contemplado mejorar nuestros excedentes en US$ 800 millones, con un consolidado de US$ 1.150 millones para el período 2020-2021. Seguiremos esta senda para alcanzar nuestra aspiración de US$ 1.600 millones en 2023, resultado que sostendremos hasta llegar a US$ 12 mil millones en 2028".
El presidente del directorio aseguró que el foco puesto en la tecnología para aumentar la productividad y la producción; la reingeniería de los proyectos, además de un fuerte proceso de cambio en las licitaciones, han permitido estas significativas disminuciones de costos y proyectarlas para la década.
Por su parte, la generación de caja operacional, Ebitda, antes de la Ley Reservada del Cobre, fue de US$ 2.379 millones, casi tres veces más que lo alcanzado durante el mismo período del año anterior.
Octavio Araneda, presidente ejecutivo de la Corporación, recalcó que los esfuerzos en la gestión preventiva de la crisis sanitaria, así como la responsabilidad de los trabajadores, permitieron que la empresa cumpliera con creces sus compromisos con el Estado. "Este año mantendremos el foco en la protección de la salud de las personas, la continuidad operacional y la transformación de la compañía. Con el compromiso de todos lograremos contener la deuda y financiar el plan de inversiones requerido por los proyectos para extender la vida de Codelco por otros 50 años", informó.
En relación a los efectos de factores exógenos, el ejecutivo añadió que, "si bien el precio del cobre tuvo un impacto positivo y contribuye a nuestras metas, no olvidamos las lecciones que dejó el último superciclo: el precio es altamente volátil y lo que una empresa seria debe hacer es concentrarse en los planes de largo plazo. Por eso, lo determinante es gestionar los factores estructurales que buscan aumentar nuestra competitividad, a través de la excelencia operacional, con profundos cambios culturales y en la forma de hacer las cosas".
A modo de resumen, Araneda señaló que "el cumplimiento de estos planes significa transformar a Codelco en una empresa viable y competitiva que, además, entregará más recursos al Estado".
AVANCE DE LOS PROYECTOS ESTRUCTURALES
La Corporación informó que la pandemia de Covid-19 impactó en el avance físico de su cartera de inversiones. En 2020, debió paralizar algunas obras de los proyectos estructurales en construcción para asegurar la protección de las personas, junto con priorizar la continuidad operacional, necesaria para la generación de excedentes para el Estado. Y si bien este primer trimestre de 2021 no han existido detenciones, el ritmo de avance de los proyectos estructurales ha sido más lento, debido a medidas sanitarias que incluyen disminuir la dotación para prevenir contagios.
De todas las inversiones, la Cartera Teniente es la que experimentará un mayor atraso, el que, a los ritmos actuales, podría llegar a 12 meses. Chuquicamata Subterránea (ya inaugurada) también presenta algún retraso en su proceso para alcanzar el nivel máximo de extracción de mineral a 140 mil toneladas por día, que se mitigará con la extensión de la operación del rajo. "En todo caso, para el segundo semestre esperamos una recuperación importante en el desarrollo de todos nuestros proyectos", indicó Octavio Araneda.
En este contexto, la compañía informó el avance de 96% de Traspaso Andina, que este año iniciará su puesta en marcha.
Por su parte, en la Cartera de Proyectos Teniente, Andes Norte llegó a 67% y ya está desarrollando planes de recuperación para mitigar los impactos de la pandemia; en tanto, las obras tempranas de Diamante alcanzaron 63% y las de Andesita 75%.
En tanto, Rajo Inca tuvo un avance total de 11%; su ingeniería de detalle ya lleva 81% y el contrato principal para el "Movimiento de tierra para la preproducción y construcción de caminos" ya se adjudicó.
Finalmente, el directorio aprobó la estrategia de desarrollo del estudio de prefactibilidad Sulfuros Fase II en Radomiro Tomic, que incorporará alternativas tecnológicas para la lixiviación de sulfuros.