Raimundo Espinoza, el presidente de la Federación de Trabajadores del Cobre (FTC) y director de Codelco descarta la posibilidad de cierre de la división más costosa para la estatal, pero reconoce que el escenario actual es preocupante.
Tranquilo/nervioso. Así dice estar el presidente de la Federación de Trabajadores del Cobre (FTC), Raimundo Espinoza, a la hora de analizar la sostenida caída del cobre en la Bolsa de Metales de Londres, que anotó ayer marcó su precio más bajo en cinco años y medio: US$ 2,55 la libra.
Si bien este escenario podría poner en aprietos el desarrollo de proyectos mineros y la permanencia de minas en operación, la preocupación de Espinoza involucra una variable adicional: la división Salvador de Codelco es la que mayores costos debe enfrentar en la corporación estatal y, con los precios actuales del cobre, podría estar en alerta de lo que pueda suceder en los próximos meses de mantenerse las bruscas caídas del metal rojo.
Según lo informado por la cuprífera en su conference call al cierre del año 2013, el costo directo o cash cost de Salvador era de US$ 3 por libra, la más alta entre las divisiones y que casi triplica a Ministro Hales con US$ 1,15, el yacimiento que menos gasta para conseguir una libra de cobre.
Pero el dirigente aclara de entrada que el precio del cobre no solo afecta a la división Salvador sino que a toda la industria. Por esto, recalca el esfuerzo que se ha realizado para que esta división pueda ser viable y eficiente, explicando que "la única forma que tenemos de combatir el bajo precio del cobre es aumentando la producción y, en ese sentido, bajar los costos", dice.
Rajo Inca, la esperanza
Espinoza detalla que el cash cost (C1) de la división el año pasado fue de US$ 2,40 y que el objetivo es "apuntar a un C1 de US$ 2,30, dentro de esos valores, pero para eso tenemos que aumentar la producción", enfatiza.
Y si bien dice descartar "totalmente" alguna posibilidad de cierre de Salvador, reconoce que siempre han estado al "filo de la navaja". Y que sólo en el año 2005 escuchó sobre el cierre de la división, cuando el entonces presidente ejecutivo de Codelco, Juan Villarzú, decretó su cierre desatando una intensa discusión que, finalmente, no prosperó. Por esto, Espinoza, quien conoce de cerca la realidad de Salvador pues es de allá, es claro en recalcar que la división "tiene una base sólida y un yacimiento que está abierto en profundidad. Por lo tanto, aquí lo que se necesita es una decisión, evaluar bien el proyecto y hacer las cosas bien. Por todo esto, no me coloco en el tema del cierre".
El proyecto del que habla es Rajo Inca, que se encuentra en su estudio de prefactibilidad y que considera una inversión total de US$3.000 millones, para empezar a producir en 2018, y alcanzar las 160.000 toneladas de producción. Hoy solo produce 55.000 toneladas.
"Cualquier decisión de cierre, en cualquier industria, es un tema caótico. Creo que no estamos en esa condición, estamos en una condición mejor que la que teníamos en 2005. Tenemos un crecimiento mucho más evaluado, no tenemos problemas con el agua o con las comunidades. Las condiciones de hoy, a pesar de la incertidumbre que hay, son mejores, porque hemos hecho las cosas bien a partir de 2005".
Pese a estas razones, cree que hay una razón de peso para descartar posibilidades de cierre de la división: "cuando empieza a declinar el precio del cobre, también empiezan otros factores a operar y, en ese sentido, hay que ver un plazo más largo el comportamiento, porque mucha gente habla de forma bastante liviana del cierre y muchas veces este tiene un costo más alto (...). Es más alto cerrar que mantener la división esperando un ciclo de precios altos".
Eso sí, advierte que si se alcanza un "precio colapso", bajo los 2 dólares, el panorama se tornará más complejo. Pero en estos momentos solo existe preocupación. Por lo mismo, asegura que la baja del precio del cobre es un tema transitorio que, al final de cuentas, debería revertirse, entendiendo que es un fenómeno cíclico.
- Siempre se alude a una razón social para no cerrar Salvador...
-No es un buen argumento. Lo importante de Salvador es que tiene recursos y puede producir. Y llegar a producir 70 mil toneladas de cobre fino, dependiendo de cómo se haga la prefactibilidad. En la medida en que hagamos todo eso bien, vamos a tener estabilidad.
"Para Chile el precio del cobre es una variante clave, por lo que la baja en el precio afecta no sólo a Codelco y sus divisiones sino que a toda la economía del país, tanto en sus perspectivas macroeconómicas como en las expectativas de los actores", comentó el Centro de Estudios del Cobre y la Minería (Cesco), al ser consultado por los efectos del desplome en la división Salvador de Codelco. En este caso, afirmaron que "al tener costos más altos, es la que está más expuesta a precios bajos del cobre. Por esto, cobra mayor relevancia definir si el proyecto para prolongar su vida útil realmente agregará valor con precios del cobre de largo plazo, pues, de otro modo, su viabilidad económica y su aporte al Fisco estaría cuestionado".
Fuente: La Segunda