Presidenta Bachelet, en tanto, se comprometió a superar los "lomos de toro" que tienen trabadas las iniciativas en el sector a nivel administrativo.
Un escenario complejo, de pérdida de competitividad, fue el que delineó ayer el presidente de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), Alberto Salas, en el marco de la Cena de la Minería, realizada anoche en CasaPiedra. Al evento asistieron la Presidenta Michelle Bachelet -acompañada, así como en el encuentro de las pymes, por varios ministros-, ejecutivos y empresarios mineros, además de diversas autoridades.
"Más de la mitad de la cartera de inversión minera está detenida", dijo el timonel de la entidad gremial, precisando que una de las razones de la revisión y postergación de proyectos es la creciente judicialización de las iniciativas. Esto se ha sumado a factores que restan atractivo para los inversionistas, como son la continua disminución de las leyes del mineral, el aumento sostenido de costos de las inversiones de capital, el incremento de las remuneraciones sin avances acordes en materias de productividad, los elevados precios de la energía, la escasez de agua, y una institucionalidad regulatoria cada vez más exigente, compleja y fragmentada.
Salas aseguró que, según cálculos de Sonami, de los US$ 110 mil millones a diez años que se estimaban en la carpeta de inversiones en septiembre de 2012, hoy US$ 50 mil millones están vigentes y US$ 60 mil millones en proceso de revisión o postergados.
Agregó que el empleo en la minería, con sus altos niveles de remuneración, está mostrando, a su vez, el impacto de la desaceleración de la economía. "En efecto, la ocupación directa en el sector decrece de 257 mil empleos en abril-junio del año pasado a 236 mil en la última medición. Esto representa una caída de 8,5%, porcentualmente una de las mayores bajas en la ocupación entre todas las actividades económicas", agregó el líder gremial.
A su vez, destacó la importancia de la minería para el país, ya que, aseguró, si esta progresa, arrastra al resto de las actividades productivas. Un ejemplo de ello, dijo, es que por cada US$ 100 que se invierten en minería, más de US$ 50 van destinados a la construcción. "Entre los años 2008 y 2012, el PIB de la construcción a nivel país creció un 10%. En tanto, que en las regiones mineras de Tarapacá, Antofagasta y Atacama lo hizo en un 82%", precisó.
Por su parte, la Presidenta Bachelet indicó en su discurso -en el marco de la cena- que los desafíos del sector no son pocos, asumiendo que la minería enfrenta un escenario cada vez más competitivo en el mundo. En este sentido, dijo que "todos debemos comprometernos a acelerar las decisiones y las mejoras que el sector requiere. Esto no es un asunto de un gobierno u otro; esto se trata de asumir, conjuntamente, una política nacional que se transforme en una hoja de ruta para todos los actores".
Así, Bachelet resaltó que en el marco del compromiso de instalar un Centro de Formación Técnica en cada una de las regiones de Chile, el que corresponde a la Región de Antofagasta se levantará en Calama y tendrá un sello minero.
También recordó que el Gobierno se comprometió con apoyar una política de cluster que permita a la minería convertirse en un espacio permanente de creación de valor para el país. Y agregó que otro desafío es hacer de la innovación un pilar central "de nuestra producción".
Juan Carlos Román, general manager AngloAmerican Sur, agregó: "Como Anglo, seguimos confiando en este país y vamos a seguir haciendo inversiones en la medida en que todos los indicadores nos muestren que hay más recursos, la gente capacitada y el ambiente para hacer negocios". En tanto, el ex ministro de Minería Hernán de Solminihac sostuvo: "Esperamos que aumente la productividad, y a través de las mejorías que puedan hacer el Gobierno y la propia industria, esperamos que la minería siga siendo un aporte importante para el país".
Fuente: El Mercurio