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BHP planea compensación ambiental para destrabar Cerro Colorado

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La minera valoró que la autoridad regional les haya dado una oportunidad para plantear este modelo.

 “Tenemos otra oportunidad para mejorar nuestra primera etapa de conversación con la autoridad”.

Así se refirió ayer el presidente de BHP Billiton Cobre, Peter Beaven, respecto a la decisión de la autoridad ambiental de la Región de Tarapacá que la semana pasada emitió un segundo set de consultas (Icsara) al Estudio de Impacto Ambiental (EIA) para la continuidad operacional de su operación Cerro Colorado.

Esta decisión del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) no era esperada en la industria, donde creían que el organismo local desestimaría el diseño elaborado por la angloaustraliana para prolongar la operación de esta faena hasta 2013, considerando que el permiso para funcionar -que está relacionado con la disponibilidad de agua- concluye en 2016, aunque en realidad el plan minero terminará en marzo del próximo año, momento en que, de no contar con el permiso, la empresa tendría que cerrar el yacimiento.

Beaven explicó que ahora que recibieron el segundo Icsara la empresa tendrá la oportunidad de plantear a los evaluadores un concepto que la empresa está desarrollando para destrabar el principal reparo que ha recibido el proyecto: la extracción de agua desde el bofedal de Lagunillas.

“Tenemos la oportunidad para presentar el concepto de ‘intercambio de biodiversidad’, que es muy importante no sólo para Cerro Colorado, sino que para el país”, aseguró Beaven.

La práctica a la que hizo alusión el ejecutivo de la minera ha sido aplicada en países donde la actividad minera es importante, como Canadá y Australia, donde se ha consolidado como una forma de compensación ambiental.

En concreto este intercambio consiste en que las empresas habilitan y preservan hábitat que presentan biodiversaidad igual o similar a aquella que se verá afectada por su actividad, en el caso de Cerro Colorado, la extracción de recursos hídricos.

“Cada tipo de proyecto tiene impacto en el medioambiente y nuestra primera responsabilidad es bajar ese impacto al mínimo, pero tenemos también otras opciones para beneficiar positivamente, a través de este concepto de compensación de biodiversidad donde protegemos un área similar o igual a aquella que impactamos”, apuntó Beaven.

Trascendió que en el caso de Cerro Colorado, la angloaustraliana ya habría detectado varios sitios que poseen las mismas características, de flora y fauna, que aquellas del bofedal de Lagunillas, incluso en condiciones anteriores a aquellas que la empresa encontró en 2005, cuando BHP Billiton tomó la operación de esta mina, que en realidad inició su actividad en 1994.

Fuente: Diario Financiero