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AMSA reorganiza operación y crea Minera Centinela para poder capturar sinergias

Actualidad
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El próximo 7 de julio comenzará a trabajar formalmente el equipo gerencial que liderará André Sougarret. Se espera que la fusión dure cerca de tres meses en estar completamente integrada.

En una comunicación simultánea en las oficinas centrales y las distintas divisiones en el país, el grupo Antofagasta Minerals (AMSA) informó ayer que realizará una reorganización de algunas operaciones y cambios de ejecutivos para aprovechar sinergias y mejorar la productividad. Esto implicará que las mineras El Tesoro y Esperanza, ubicadas en la Región de Antofagasta, se fusionarán en una nueva empresa: Minera Centinela, que comenzará a funcionar a partir del lunes 7 de julio.

El presidente ejecutivo del brazo minero de la familia Luksic, Diego Hernández, señaló que “este es un hito muy importante para el grupo, pues Minera Centinela será una de las compañías mineras más grandes del país y podrá enfrentar de mejor manera los desafíos que hoy vive la industria”.

Agregó que Minera Centinela permitirá la captura de sinergias de las dos operaciones, que están muy cercanas, permitiendo mayores economías de escala. En la industria comentan que, entre el rajo original de El Tesoro y Esperanza había cerca de tres kilómetros.

El equipo de esta nueva empresa estará liderado por el actual gerente general de Esperanza, André Sougarret, así como otros ejecutivos de otras empresas del grupo. En tanto, el gerente general de El Tesoro, Sergio Parada, volverá a Santiago y asumirá como gerente de Desarrollo de Negocios Hidrometalúricos.

Nuevas y viejas sinergias

Desde que se comenzó a construir Esperanza que se han creado sinergias con El Tesoro. Por ejemplo, en algún momento, los óxidos obtenidos del prestripping del nuevo yacimiento alimentaron la planta de El Tesoro.

En la industria explican que cuando ingresó Marubeni con 30% de la propiedad de ambos proyectos en 2008, siempre se pensó en que esto sería una sola unidad operacional, pero la idea se había dejado stand by mientras se superaban algunos problemas de producción.

Ahora, era el momento y hace meses que venían trabajando en la operación. Las sinergias que se ven están relacionadas con factores como que esta unión permitirá tener una mejor planificación minera, así como consolidar servicios comunes y compartir las mejores prácticas de ambos yacimientos.

La reducción de costos es un tema importante también. Esto les dará un mayor tamaño para negociar mejoras en los contratos. A nivel corporativo también se ha estado trabajando, por el foco que la administración de Hernández ha puesto en los planes de contención. De hecho, en la industria se comenta que se le habría solicitado a cinco grandes proveedores -como Finning, Atlas Copco y PyH- una rebaja en el costo de los contratos, de entre un 20% y 30%.

Por otra parte, el año pasado El Tesoro y Esperanza produjeron más de 270 mil toneladas de cobre fino y, según se estimaba en la memoria de Antofagasta plc, en 2014 debería estar levemente por debajo de eso, con 265 mil toneladas.

La mano de Hernández

Desde que llegó a dirigir la principal minera privada nacional, en agosto de 2012, Diego Hernández ha trazado un plan para potenciar al grupo minero.

Cuando llegó, el ex presidente ejecutivo de Codelco hizo un completo diagnóstico del estado de la empresa y un análisis de factibilidad de aplicar los cambios que requería el holding, que estaban relacionados con aumentar las eficiencias de las operaciones y enfocar el crecimiento en yacimientos existentes.

Cercanos a la minera explican que esta nueva estructura que se le está dando a Esperanza y El Tesoro va en línea con el diagnóstico que el ejecutivo tiene del momento de la industria, donde la baja de precios del cobre y el alza en los costos que se experimentaron en los últimos años, exigen a los ejecutivos de la industria plantearse nuevos mecanismos para recuperar terreno en materia de competitividad.

Según una presentación corporativa, hay definidos siete ejes estratégicos para AMSA. Primero, en relación con la cadena de suministros, mejorar las economías de escala y compartir recursos. Otro eje es aumentar la adquisición de equipos de China.

Asimismo, al igual que la mayoría de las empresas del sector, se quiere modificar la estructura de los contratos de servicios. Hernández ha explicado que el alza de los costos ha sido responsabilidad de las empresas mandantes, que no supieron estructurar de forma adecuada la tercerización.

En materia de proyectos, que equipos internos lideren el desarrollo de estas inversiones, quitándole protagonismo a contratistas.

En insumos estratégicos, se plantea aumentar la recirculación de agua a niveles de un 85% y firmar contratos de largo plazo de energía a buenos precios. También se quiere apostar por la automatización de procesos.

Otro de los cambios que hizo Hernández fue reenfocar el plan de crecimiento a nivel internacional, a través de joint ventures con empresas de exploración. Si bien esto ya se hacía en AMSA, Hernández cambió el foco respecto a los distritos o países que apostar. Por ejemplo, en actividades públicas ha comentado que es necesario volver a mirar naciones con tradición minera donde la actividad estaba a la baja, como Estados Unidos y algunos lugares de Europa.

Fuente: Diario Financiero