En la minera el discurso de la necesidad de capital es transversal, aunque es probable que el ingreso de recursos frescos desde el fisco recién ocurra en mayo, tras el cambio de directorio. Por otro lado, los trabajadores ya han abierto los flancos contra el presidente ejecutivo de la estatal.
Por estos días dentro de Codelco se respira un aire distinto. Desde el primer ejecutivo al ultimo trabajador de la estatal están alineados, como pocas veces antes, en la idea de que hoy la empresa pasa por un "trance histórico", "un punto de inflexión", "una coyuntura de la mayor importancia".
Las palabras y las frases se repiten, como si fuera un guión, por ejecutivos y ex ejecutivos de la estatal.
Es que, explican, el panorama se ve complejo: Codelco es una de las mineras de su tamaño más endeudada del orbe, sus yacimientos se están agotando y ya perdió el liderazgo en producción mundial de cobre, un producto cuyo precio va en constante baja.
En este panorama, la única solución a la vista es la reducción de costos y el desarrollo de los proyectos estructurales, camino ya definido por la empresa y que, dice Thomas Keller, presidente ejecutivo de la compañía, "nadie ha cuestionado, porque va en la línea correcta".
Pero la difícil coyuntura se respira dentro de la entidad y todas las autoridades de la compañía están alineadas con un solo objetivo: lograr maximizar los aportes en capitalización del gobierno a la estatal. Y que esto se materialice lo antes posible.
Así, a las conversaciones con el nuevo gobierno, la empresa también ha desplegado esfuerzos comunicacionales y Keller ha multiplicado sus apariciones para reforzar, en todos los tonos, la necesidad de capital de la minera, una ofensiva que se redobló tras la presentación de los resultados de la estatal, en los que se informaron los menores excedentes desde 2003.
Por eso es que se busca que estas capitalizaciones no sean "movimientos contables", como fueron las erogaciones del gobierno anterior, según palabras de la ministra Aurora Williams, quien explica que se está estudiando el monto, el mecanismo y los tiempos, pero que este gobierno sí capitalizará.
Aprovechando la semana del cobre, el presidente de la estatal, Thomas Keller, no escatimó en adjetivos para defender la capitalización, no por necesaria, sino que por "indispensable".
Diego Hernández, su antecesor, también defiende esta calificación: "el fisco ha capitalizado cerca de 4% de los excedentes que ha producido Codelco y esto es algo que coloca a la empresa en una situación compleja donde tiene que cambiar y tiene que invertir más".
El actual presidente ejecutivo de Antofagasta Minerals también explicó que Codelco está ya en el límite del plazo para este movimiento: "la necesidad de financiamiento es clara", afirma Hernández.
Otro ex presidente ejecutivo de Codelco, Juan Villarzú, señala que las necesidades de capital de la estatal son urgentes y que, por su volúmen, incluso no marcan una gran diferencia en el erario nacional. "Con US$ 1.000 millones anuales basta, el resto puede ser deuda o mecanismos internos", dice.
Villarzú, en todo caso, indica que el ministro de Hacienda, Alberto Arenas, ha dado señales, por primera vez en varias administraciones, de que no ve a la compañía como un "mecanismo de financiamiento de corto plazo", un dato "alentador", según califica Villarzú.
Sin embargo, no son pocos los que creen que, por un tema político, es difícil que el gobierno capitalice Codelco antes de cambiar el directorio, y de que éste cambie al presidente ejecutivo.
El primero que abrió la artillería en este sentido fue el representante de los trabajadores y director de la estatal, Raimundo Espinoza, quien cuestionó el liderazgo de Keller a cargo de la minera. "Esa es la pregunta que nos hacemos, si hay o no hay confianza en las autoridades actuales, porque bajo su gestión ha caído la producción y no está claro si están capacitados para enfrentar los desafíos actuales de la empresa", sentenció Espinoza, en su rol sindical.
Cercanos a la minera dicen que la posición de Espinoza nace en respuesta a la ofensiva de reducción de costos que ha impulsado Keller y que, por un lado lo ha llevado a rebajar los sueldos de los proveedores (ver recuadro) y de intentar hacer lo mismo con los trabajadores: "Parte de la pérdida de competitividad es que el nivel de las remuneraciones en el sector minero se ha elevado de forma excesiva y ha afectado a nuestra estructura de costos", dijo Keller la semana pasada, dos días antes de que la Presidenta Bachelet le dijera a los máximos ejecutivos mineros que su sector debe ir en la dirección contraria.
"La gran minería está en condiciones de liderar un proceso de buenas prácticas y mejoras de condiciones laborales, tanto para sus propios trabajadores, como para los que desarrollan sus labores de manera tercerizada a través de empresas subcontratistas", dijo la mandataria en la cena Cesco.
Por eso, reconoce Juan Villarzú, "hay problemas con esta gestión, principalmente en lo laboral".
Pero, dice un cercano a la empresa, aunque el 29 de abril se renueve el directorio, y este decida remover a Keller, los planes deberían seguir sin variación aunque, "probablemente, con una capitalización que le dé el respiro que la empresa necesita en este momento, aunque no antes de mayo".
Fuente: El Mercurio