Empresas concuerdan en que se requieren señales que den certeza a las inversiones, para que esta actividad no siga decayendo.
La falta de proyectos mineros en el país, se nota cada vez más.
Constructoras que proveen servicios a esta industria han comenzado a evidenciar este menor ritmo, aunque aún habrían reservas en contratos firmados que -en algunos casos- permitirían mantener los niveles de actividad por unos meses más (backlog).
“Hoy es un hecho que hay menos trabajo en la minería”, dice el presidente de Claro Vicuña Valenzuela, Carlos Molinare, consultado al respecto en un seminario realizado hace unos días.
En lo concreto, hay una serie de iniciativas que se han postergado. En la reciente cartera de inversión para el sector, entregada por la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) varios proyectos cambiaron su condición, desde etapas más seguras de concreción, a unas más alejadas en el tiempo.
El ejemplo más claro es Pascua-Lama que pasó de una condición de “base” a una “probable”, o Quebrada Blanca Hipógeno y Cerro Casale, que transitaron de “posible” a “potencial”.
Además, para la ampliación de Los Pelambres IV, Collahuasi Expansión Fase III, Inca de Oro y Lomas Bayas III Sulfuros, entre otros, se postergó la puesta en marcha tentativa.
A nivel de operaciones, el Instituto Nacional de Estadísticas también ha registrado esta baja, ya que el Índice de Producción Minera disminuyó 2,4% en doce meses, por la menor producción de cobre (ver gráfico).
“En este ciclo de desaceleración -que es más o menos conocido-, se están terminando de ejecutar algunos grandes proyectos de minería y se ve un espacio en el que no se van a ejecutar proyectos del mismo tamaño”, dice el director de Ingeniería y Construcción de Sigdo Koppers (ICSK), Horacio Pavez Aro.
Efectos en constructoras
Las empresas de este rubro están viendo esta menor actividad. En la constructora Excon, especialista en el movimiento de tierra, el gerente general, Jorge Schwerter, dice que la baja los obligó a reducir personal.
“Hace un año éramos 2.500 personas y ahora tenemos 1.300. Estamos viviendo una contracción fuerte de la actividad”, asegura.
Algo en lo que concuerda Molinare, aunque aclara que aún no ven los niveles de 2008, cuando a ellos incluso les rescindieron contratos.
“Las inversiones mineras tienen ciclos. Hemos visto varios proyectos que se han bajado por permisos ambientales, problemas con la energía y, también, afectados por lo que está pasando en China”, dice.
En constructora Conpax, el gerente general, Sergio Correa, explica que en ellos esto se ha traducido en que no podrán mantener las tasas de crecimiento que la compañía venía mostrando unos años atrás, aunque de todos modos, describe este hecho como positivo, ya que en las circunstancias actuales podría ser peligroso para la firma.
A su juicio, falta certeza jurídica. “Lo que le pasó a Barrick, de tener un proyecto parado a mitad de camino, es un fantasma muy grande, independiente de quién tenga la responsabilidad. No creo que haya mucha actividad hasta que no haya más claridad, en un escenario de un país que está cambiando varias regulaciones hace algunos años. Hay que volver a reanudar las confianzas”, enfatiza.
En ICSK están conscientes de que viene un bajón, pero pese a las malas noticias aún no lo evidencian en sus cifras. Pavez señala que se podría ver algo de esto hacia fines de año y, con claridad, el próximo.
Para retrasar el efecto, es importante el backlog que poseen, que según una presentación corporativa, para ICSK es de US$ 595 millones, para ejecutar obras entre 2014-2016.
“El tema no es hoy, sino la posibilidad hacia adelante”, dice Pavez, quien explica que la empresa se ha diversificado y ve oportunidades de crecimiento en Perú, que pueden compensar estas caídas (ver nota relacionada).
Algo similar le sucede a la constructora Gardilcic, su presidente, Raúl Gardilcic, dice que en su caso particular, al estar asociados a proyectos subterráneos de Codelco, tampoco han notado aún la baja, pero ve con preocupación la poca claridad de obras que se ven después de 2016.
“Debería haber una renovación de proyectos, pero no sabemos cómo”, dice.
Llamado de confianza
Entre los empresarios hay concordancia que el gobierno debe enviar señales de confianza para la reactivación.
Molinare destaca, por ejemplo, los planes de inversión pública anunciados hace unos días, el mismo sistema, dice, que se utilizó en 2008 para reactivar la economía.
Pavez tiene más dudas, por la complicación que está viendo en temas socioambientales, donde -comenta- hay que desradicalizar posturas para conversar y acordar.
Schwerter agrega que si se resuelven temas de energía, aguas y hay un acuerdo transversal para mejorar las condiciones del país, las inversiones van a llegar.
De todos modos, hay unanimidad de que esto no tomará menos de dos años para comenzar a ver grandes proyectos desarrollarse y que será paulatino.
Cartera de proyectos en Perú surge como opción
El director de Ingeniería y Construcción de Sigdo Koppers, Horacio Pavez Aro, explica que, dado el perfil de negocios de la compañía, la presencia en Perú es importante y "estratégicamente nuestra proyección futura es que puedes compensar lo que podría bajar acá, con un crecimiento allá".
Aunque dice haber visto una leve disminución en la actividad en ese país, hay proyectos relevantes desarrollándose y, por lo tanto, oportunidades para la empresa, que lleva sólo 10 años en ese país y que, por lo tanto, le queda mucho por crecer. De hecho, del backlog que tenían a junio, el 12% era para ese país, correspondiente a US$ 78 millones.
Entre 2011 y 2013, en Perú se invirtieron del orden de US$ 25.000 millones en iniciativas mineras. Sólo el primer semestre de este año, además, se han invertido más de US$ 4.200 millones. Junto a esto, hay una cartera de
US$ 60.000 millones en proyectos en distintas fases. De ellos, cerca de US$ 30.000 millones corresponden a iniciativas que tienen Estudios de Impacto Ambiental aprobados o son expansiones de actuales operaciones.
Conocedores de la industria minera local esperan que el 2015 sea un buen año para esta actividad en el país vecino, especialmente por los proyectos que están desarrollándose como Constancia (que está comenzando producción), Toro Mocho o la ampliación de Cerro Verde.
De todos modos, a nivel macro están viendo los signos de desaceleración, aunque aún no son tan pronunciados como en Chile. El analista jefe de Apoyo Consultoría, Hugo Santa María, dijo a Gestión Perú que este ejercicio se esperaba un "crecimiento mediocre" para el país, por debajo del 4%, en torno al 3,7%. Esto está muy distante de lo que se logró en 2010, que fue un 8,5%, explicó el experto.
Fuente: Diario Financiero