El mercado del cobre en el corto plazo, las tendencias en el mediano y largo plazo, las perspectivas de mercado y los desafíos de la industria minera en nuestro país, fueron los principales ejes de la presentación.
La presentación realizada por Juan Carlos Guajardo fue la nº 11 del ciclo de jueves minero de lo que va del año. Han sido interesantes presentaciones de forma online. Esta vez el expositor se refirió a las determinantes de la economía internacional en el mercado del cobre y algunos lineamientos sobre los desafíos de la minería chilena. Durante la charla, Juan Carlos explicó el mercado del cobre en el corto plazo, las tendencias en el mediano y largo plazo, las perspectivas de mercado y los desafíos de la industria minera en nuestro país.
“La recuperación de la economía está ocurriendo primero en China, y con un rezago de meses, en el resto del mundo. En el corto plazo, el peso relativo de China será mucho mayor al habitual, siendo clave para entender los metales. Sumado a riesgos en la oferta minera desde Latino América, podría impulsar a superávits menores a los esperados”, explicó Guajardo. Agregando que “Se estima una baja de casi 45% a 50% respecto a 2018-2019, es decir unas 600kt de cobre”.
A lo que los impactos en la producción se refiere, las restricciones en la oferta aún siguen sujetas a riesgos altos, sobre todo en la oferta, estos vienen por medidas restrictivas, descontento social, cierres por desempeño económico y otras condiciones operacionales. “gran parte de los países productores ha sufrido fuertes impactos por la pandemia y no hay señales claras de recuperación en el corto plazo. Si bien hasta ahora el impacto ha sido relativamente acotado en algunos países, la estrategia productiva de las mineras podría tener consecuencias en la segunda mitad del año”, afirmó Juan Carlos Guajardo.
Finalmente, el expositor se refirió a los desafíos de la industria minera en Chile. “En nuestro país los desafíos técnicos y productivos son importantes, a esto agregamos los desafíos en el aseguramiento de insumos críticos como el agua y la infraestructura de apoyo, presionados rápidamente por la transformación de la matriz productiva. La industria minera de chile ha mostrado ser resiliente técnicamente, en el caso de la energía, pero ahora enfrenta un escenario con acumulación de desafíos técnicos y regulatorios que requerirán de un mayor nivel de cooperación público-privada para mantener la competitividad del sector”.