Uno de los grandes errores que se cometen es que las brigadas de rescates son reactivas, que esperan que suceda la emergencia para reaccionar.
Paulo Echeverría, instructor especialista para operaciones de rescate en espacios confinados y Jefe del Centro de Entrenamiento MSA de Antofagasta, fue el encargado de dictar el primer jueves minero de abril.
Durante la charla conocimos los problemas de seguridad que se presentan al trabajar en espacios confinados. Las cifras de muertes, son preocupantes y evitar este tipo de accidentes es fundamental para trabajar tranquilos y seguro.
Un recinto confinado es cualquier espacio con aberturas limitadas de entrada y salida y ventilación natural desfavorable, en el que pueden acumularse contaminantes tóxicos O inflamables O tener una atmósfera deficiente en oxígeno y que no está concebido para una ocupación continuada por parte del trabajador.
“En estados unidos ocurren 200 muertes relacionadas con espacios confinados. El 60% de fallecidos son trabajadores que estaban trabajando como rescatistas temporáneos”, explicó el expositor. Argumentando además que, “Algunas víctimas son los propios trabajadores que intentan rescatar sin tener un trabajo planificado”.
Uno de los grandes errores que se cometen es que las brigadas de rescates son reactivas, que esperan que suceda la emergencia para reaccionar. “Hoy dentro de los ambientes industriales no pueden trabajar de forma reactiva. El rescatista cuando comienza a trabajar en espacio confinado debe ir antes al lugar a ver dónde están las posibles emergencias”, explicó Paulo.
Para finalizar, el expositor detalló que lugares pueden transformarse en “atmósfera inflamable”. “espacios con evaporación de disolventes de pintura, restos de líquidos inflamables, reacciones químicas, movimientos de grano de cereales, etc. Siempre que exista gas, vapor o polvo combustible en el ambiente y su concentración este comprendida entre sus límites de inflamabilidad”, sostuvo el expositor.