Con gran éxito finalizó una nueva edición de este tradicional festival veraniego apoyado por Minera Escondida, que en su última jornada tuvo a la obra “Titanic” como espectáculo principal.
Después de tres intensas semanas de teatro, música y arte, el tradicional festival Santiago a Mil bajó el telón de su decimonovena versión con lo que ha sido su sello en estas casi dos décadas: espectáculos gratuitos y masivos en espacios públicos de la ciudad.
Esta vez, el final lo protagonizó un colorido y bullicioso espectáculo callejero que recreó con ingeniosa creatividad la historia del malogrado transatlántico Titanic, en plena Plaza de la Constitución, al frente de La Moneda.
El espectáculo, montado por la compañía alemana Theater Titanick, recorrió la historia del famoso transatlántico, verdadero símbolo de progreso, ambición y lujo que irremediablemente terminaría sucumbiendo en pleno océano.
En la obra se revive la fatal historia del buque con personajes muy distintos, como los obreros que lo construyeron, los ingenieros que lo diseñaron, el dueño, el capitán, la refinada orquesta y la alta aristocracia de la época.
Y ya en plena navegación, la obra nos permite ver la bipolaridad entre toda la ostentación de la primera clase, los lujos y la permanente celebración con abundante comida y champagne, y el caos de la sala de máquinas donde se desata la catástrofe.
A 100 años del Titanic
El año que eligió el festival para traer este montaje no es casual. Precisamente en 2012 se cumplen 100 años desde que se hundió el transatlántico, construido con una fe ciega en la tecnología que terminaría con la vida de 1.500 pasajeros.
La compañía alemana lleva a escena esta catástrofe con efectos pirotécnicos, música compuesta e improvisada, a base de bajos, cuernos y baterías. Pero no es una obra trágica. Con humor negro, hablan a la audiencia sobre la arrogancia del dueño del barco y sobre la ambivalencia decadente de sus adinerados pasajeros.
Positivo balance de Santiago a Mil
Miles de personas presenciaron este último montaje del festival, que llenó de color, fuegos artificiales, y mucha agua (en el momento del hundimiento) la habitualmente tranquila y solemne plaza de la Constitución.
Durante tres semanas, Santiago a Mil –apoyado por Minera Escondida- convocó a miles de espectadores en la capital y en otras 14 ciudades de Chile, que pudieron apreciar 67 obras provenientes de 15 países, con 329 actores extranjeros y 331 chilenos.
Sólo en Santiago se presentaron 302 funciones en sala y 73 funciones gratuitas en quince municipios de la capital, además de varios espectáculos callejeros.
En regiones, destacaron los espectáculos Antofagasta a Mil, Teatro a Mil en Iquique y extensiones del certamen en Valparaíso, Biobío y Coquimbo.
Pero no todo está concluido. La región del Biobío también se sumará a las actividades a partir del lunes 23 y hasta el viernes 27 de enero con una “extensión” del festival que permitirá el montaje de diversos espectáculos en ciudades como Concepción, Chillán, Talcahuano y Tomé.
Entre las obras que se presentarán destaca “Amores de Cantina”, “Dragones”, “El encanto del Río Amarillo”, “Emma Darwin”, “La Pasionaria” y “Valparaíso en Lambe, Lambe”.