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Condiciones para reactivación de proyectos mineros no se darían antes de dos años

Actualidad
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Proyectos que se ven más cercanos a tomar una decisión de inversión son la Fase II de Quebrada Blanca, y las expansiones de El Abra y Collahuasi, las que se tomarían en 2015.

El “vamos” a las inversiones mineras privadas que están en carpeta deberá seguir esperando, después del frenazo en iniciativas que se visualiza hace un par de años en el país.

Según explican fuentes del sector, el efecto de la incertidumbre en torno a la reforma tributaria, la futura derogación del DL 600 y una nueva legislación laboral, son las principales dudas que están afectando a quienes se enfrentan a una decisión de inversión.

Estos factores internos se mezclan con tendencias internacionales que han hecho reevaluar las prioridades de empresas a nivel mundial.

Miguel Ángel Durán, director de la Escuela de Minería de la Universidad Central y ex presidente ejecutivo de Anglo American Chile, explica que es difícil determinar el momento exacto en que cobrará fuerza nuevamente la cartera de proyectos, pero que esto debería ir evolucionando de forma paulatina en los próximos dos a tres años, dependiendo de las condiciones de mercado que se vean.

Para el investigador del Programa Económico de Libertad y Desarrollo (LyD), Francisco Klapp, ya está claro que este año está perdido porque se logrará la certidumbre necesaria para reactivar proyectos, aunque tiende a pensar que durante 2015 habría una evolución.

Según datos del Consejo Minero a mayo, sus empresas socias mantienen en evaluación una cartera de proyectos en torno a US$ 43.000 millones.

En ese sentido, según otras fuentes del mercado, los proyectos que más cerca estarían del “vamos” serían la Fase II de Quebrada Blanca de Teck, que ayer reingresó a evaluación ambiental; la expansión de El Abra, de Freeport y Codelco, así como Collahuasi, de Anglo American y Glencore. Aunque en los dos últimos casos ello no sucedería antes de 2015.

Internos y externos

Pese a que el acuerdo en el Congreso ayudó a bajar las dudas en torno a la reforma tributaria, éstas no han desaparecido. El investigador de LyD dice que falta conocer el detalle de las indicaciones y, en el largo plazo, ver su funcionamiento.

No contribuye en esto -dice Klapp- el que se revise nuevamente el DL 600, una preocupación que comparte Durán, quien señala que se requiere algo que de seguridad a estas inversiones en el largo plazo.

En especial, porque hay otros temas que no se han solucionado, como el costo de la energía, que sigue elevado, pese a la preocupación que ha mostrado el gobierno, o la baja en productividad laboral.

Otro tema que influye en el retraso de las decisiones es la judicialización ante cualquier diferencia que pueda existir. “En la medida que no exista certeza en los permisos, es difícil concretar inversión”, dice Durán.

Algo que en la industrias comparten, por la larga tramitación y lo frágiles que están resultando las Resoluciones de Calificación Ambiental (RCA).

Pero los expertos concuerdan en que deberán alinearse factores externos para que se vuelva a la normalidad.

Durán dice que es importante entender toda la implicancia que ha tenido la baja de los precios de los commodities, donde el cobre está a un nivel 20% menor que hace dos años. Esto y otros factores han causado que la valorización bursátil de las mineras haya bajado, pese al alza de las bolsas.

También disminuyó el presupuesto de inversión a nivel mundial y se ha instalado la percepción de que hubo un período de sobre inversión en la industria, por lo que hoy hay menos recursos, para tener disponibilidad para entregar retornos a los inversionistas.

Fuente: Diario Financiero