La catástrofe se produjo por un incendio en un transformador eléctrico, cuando en el interior había 780 operarios n Hay al menos 120 mineros atrapados y 80 heridos
Turquía vive convulsionada por la mayor tragedia minera de su historia, ocurrida en la localidad de Soma, en la provincia de Manisa, al oeste del país. Al cierre de esta edición, se daban por muertas al menos a 274 personas y 120 continuaban atrapadas en el interior de esta mina de carbón con pésimas condiciones de seguridad donde, además, se empleaba a menores. Otros 80 trabajadores se encuentran heridos. El siniestro se produjo a consecuencia de un incendio causado por un transformador eléctrico. Había en el interior de la mina unos 780 trabajadores. Recientemente, un directivo de la mina se había vanagloriado de haber reducido los costes de la explotación gracias a la sustitución de los transformadores eléctricos por otros que había hecho la propia empresa. El ministro turco de Energía, Taner Yildiz, precisó que esa cifra de 274 corresponde a los cadáveres ya recuperados y dijo que espera que los trabajos de rescate puedan terminarse durante el día de hoy. Entre los fallecidos, hay reconocido ya un niño de 15 años.
La indignación de los turcos se ha extendido por todo el país y ha llegado incluso al primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan. En su visita a la zona su coche oficial fue zarandeado por la población, que exigía su dimisión. Erdogan tuvo que refugiarse en un comercio hasta que fue auxiliado por la policía. El Gobierno ha decretado tres días de luto nacional, en los que las banderas ondearán a media asta.
Las autoridades advirtieron nada más conocer la dimensión de la catástrofe de que las posibilidades de rescatar a más mineros con vida están ?reduciéndose?. ?Estamos preocupados por la posibilidad de que el balance aumente?, aseguró nada más llegar Yildiz.
Los trabajadores aún atrapados en el interior de la explotación carbonífera estarían a 3,5 kilómetros de distancia de la salida, según Yildiz, que situó el origen del incendio a 150 metros de profundidad. El accidente se produjo en un cambio de turno y por eso había tantos mineros en el interior de la explotación.
Las cifras del accidente asustan a los dirigentes turcos y eso que en el sector de la minería de este país los accidentes laborales alcanzan proporciones de epidemia. Ya van más de 3.000 muertos en los últimos 70 años. Turquía tiene la peor tasa de seguridad laboral de Europa, con una media de tres obreros muertos al día, y los accidentes mineros son un problema crónico. Un estudio de la Universidad de Kirikkale muestra que el sector minero es el más peligroso del país, por delante del metalúrgico y del de la construcción.
El número de siniestros ha aumentado entre 2004 y 2010 hasta constituir ese año un 14 por ciento de todos los accidentes industriales, cuando los mineros sólo constituyen un 1,3 por ciento de la mano de obra del país. De media, al año mueren 80 obreros en accidentes mineros en Turquía. La Fiscalía de Soma ha abierto una investigación para determinar las causas del accidente y esclarecer si había trabajadores ilegales en la explotación.
La conmoción en el país resultó inmediata. Varios de los mayores sindicatos del país se manifestaron en Estambul contra la privatización de la industria minera y las subcontratas, en su opinión, responsables del accidente. Las marchas provocaron graves enfrentamientos entre manifestantes y policías antidisturbios. Las muestras de condolencias procedentes de todas las partes del mundo no se hicieron esperar.
Fuente: laopinionacoruna.es