La Agencia Internacional de Energía ha indicado en mayo de este año que, al ritmo actual, no se lograra la carbono neutralidad al año 2050 sino hacia el 2090.
Uno de los desafíos mas serios que enfrenta hoy la humanidad, es la reducción de los gases de efecto invernadero para disminuir el calentamiento global. A diario estamos viendo los efectos de dicho calentamiento en el cambio climático, el derretimiento de los hielos y del permafrost del ártico y otros graves problemas para la especie humana.
La Agencia Internacional de Energía ha indicado en mayo de este año que, al ritmo actual, no se lograra la carbono neutralidad al año 2050 sino hacia el 2090, con las serias consecuencias para las personas y su entorno que esto conlleva.
Para reducir el calentamiento global se requiere avanzar con urgencia desde el uso de los combustibles fósiles hacia un ecosistema asociado a las energías renovables y para ello se necesita a su vez de enormes cantidades adicionales de minerales, tales como cobre, litio, cobalto y otros, para elaborar los nuevos vehículos eléctricos (autos, camiones, buses, aviones, etc.),, aerogeneradores, nuevas líneas eléctricas, etc. etc.. Diversos analistas prevén varios escenarios, pero casi todos ellos concuerdan en que las demandas adicionales de minerales para solucionar el problema son enormes. Así, por ejemplo, para nuestra principal exportación, el cobre, la demanda mundial crecerá en cerca de un 50% en los próximos 10 años, pasando desde los 20 millones de toneladas del año 2020 a unos 29 millones de toneladas en el año 2030 y a cerca de 40 millones de toneladas (es decir 100% de aumento respecto del 2020) hacía el 2040.
Producir estas cantidades adicionales es mas complejo si se considera que, tal como sucede en Chile por ejemplo, se debe invertir además en mantener la producción de las minas ya existentes, para mitigar la disminución a través del tiempo su ley minera.
La industria minera mundial y los países mineros tienen de esta forma una oportunidad histórica, no solo de satisfacer las necesidades tradicionales con sus productos mineros y de contribuir a generar desarrollo en donde tiene sus operaciones, sino también de aportar de manera crucial, al nuevo y urgente desafío de la humanidad para transitar hacia un mundo con energías renovables que permitan reducir el calentamiento global y sus efectos. Más aún, debido a lo complejo y urgente del problema del calentamiento que estamos viendo y por otra parte, a los periodos que toma explorar y desarrollar los proyectos mineros, frecuentemente varios años, se requiere que se actúe pronto y de manera colaborativa, atendiendo a esta necesidad global.
Como sabemos, los nuevos proyectos mineros utilizaran para ser más eficientes, el estado del arte de las tecnologías digitales, así como de otras nuevas tecnologías (el Hidrogeno Verde por ejemplo), transformándose de esta manera en los futuros referentes tecnológicos y de costos de la industria e irradiando sus avances hacia la industria y todo su entorno.
Para la industria minera y de las tecnologías, este crecimiento de la demanda puede además ser la oportunidad de colaborar con el noble propósito de la humanidad de reducir las emisiones, una buena alternativa para los países mineros para generar nuevas inversiones, empleos, tributos, así como de aumentar la exportación de bienes y de servicios asociados a la minería.
Este y otros interesantes temas los iremos conversando desde ahora hasta nuestro Congreso Mundial Copper 2022, que realizaremos en Santiago de Chile en noviembre del 2022, al cual extendemos desde ya las invitaciones, el cual se realizará en una fecha que casi coincide con el comienzo de un interesante nuevo ciclo de la industria minera global.
Renato Sepúlveda
Presidente de 8SAT y Champion de Innovacion y Tecnologias Copper 2022.