La minera se ha visto obligada a redoblar esfuerzos y ha evitado efectos en la producción gracias a la explotación de mineral de mejor ley.
La megasequía que afecta a la zona central del país dejó de ser una amenaza y pasó a ser una realidad para la industria minera. Prueba de esto es la situación por la que atraviesa la división El Teniente, la faena más productiva de Codelco, que pese a los esfuerzos que han implementado en el último tiempo, ya comenzó a verse afectada. Según diferentes fuentes ligadas a la empresa, la situación del mineral sería crítica, incluso algunos apuntan que de no llover, podrían existir afectaciones serias en la producción en un par de meses.
Y es que, por ejemplo, al mes de abril el embalse que suministra el recurso hídrico a la división alcanzaba el millón y medio de metros cúbicos, es decir, tan solo un 25% de su capacidad. Consultados desde la empresa, confirmaron que desde fines de mayo, y ante la escasez de precipitaciones en lo que va del año, se activó un plan para restringir el procesamiento de cobre en la planta de chancado y molienda Sewell, priorizando la continuidad operacional de la planta de Colón.
“Esta medida ya se ha aplicado en ocasiones anteriores, en particular los años 2014 y 2015 y ante condiciones similares de escasez de recurso hídrico. Se proyecta que durante el segundo semestre, y en la medida que se produzcan precipitaciones, se retorne la normalidad”, señalaron desde la minera. En Codelco destacaron que la restricción de procesamiento por dicha planta es mitigada en gran parte por el aporte de mineral de mejor ley de cobre que se ha extraído de otras zonas de la faena, evitando efectos en la producción.
“La división actualmente continúa trabajando para cumplir los desafiantes compromisos establecidos por Codelco, esperándose desempeños similares a los alcanzados el año pasado, cuando se logró una producción de 460 mil toneladas de cobre fino”, aseguraron.
“Siembran” nubes
El tema de la sequía no toma por sorpresa a Codelco, aseguran desde la compañía. La minera viene implementando una serie de medidas desde hace tiempo, dentro de las que se incluye el racionamiento de agua establecido a fines del año pasado. Esto se suma a una progresiva optimización del uso del agua en el procesamiento de las plantas, con una reducción del consumo de 8% para este año.
“La división cuenta con una cartera de proyectos para mejorar la capacidad de captación y abastecimiento del recurso hídrico. Se trata de tres iniciativas que en su conjunto suman del orden de US$ 50 millones, destinados principalmente al mejoramiento de los sistemas de impulsión de agua existentes y mejoras en el sistema de recuperación de agua, para los próximos 3 años”, explicaron.
A mediano plazo, más allá de 2023, se está estudiando una solución más estructural para la recirculación de agua de los procesos, con una inversión estimada de unos US$ 400 millones, y es que una de las dificultades que presenta la división tiene que ver con la complejidad de elevar la recirculación del recurso, por las lejanías de las instalaciones.
Otra de las estrategias implementadas ha sido la de “sembrar” nubes, proyecto que es impulsado por la Junta de Vigilancia del Río Cachapoal y apoyado por la división El Teniente. La idea es incrementar entre 10% y 15% las precipitaciones, buscando aumentar el caudal de aguas y ríos del sector, a través de la inyección de yoduro de plata a las nubes en distintas zonas de la Región de O’Higgins.
Con todo, el centenario yacimiento no es el único que pasa por un momento crítico en la zona central. Ejemplo de eso es Los Bronces, faena de Anglo American que ha visto fuertemente afectada su producción producto de la sequía, y a la que se suma Los Pelambres, de Antofagasta Minerals, que ha impulsado importantes inversiones para sortear los efectos de este fenómeno.
Fuente: El Mercurio