La minera controlada por el Grupo Luksic apostará por el desarrollo de Centinela. “Queremos impulsar la ampliación de esta compañía, construyendo una nueva planta concentradora y dos nuevos rajos”, dice.
Un año y medio más complejo de lo esperado para los productores de cobre es el que vaticina el presidente ejecutivo de Antofagasta Minerals, Iván Arriagada, producto de un menor precio que el pronosticado para el metal rojo.
Este escenario, dice, impactará en las inversiones de la industria, aunque destaca que la minera controlada por el grupo Luksic apostará por el crecimiento en una visión de largo plazo. Desde 2017 en adelante, proyectan los expertos, mejorarían los precios.
De todas formas, señala que la receta central para enfrentar más tranquilos los vaivenes del mercado es ser más productivos.
-¿Qué análisis hacen en AMSA del actual momento del cobre?
-En el corto plazo, el precio de metal está reaccionando a factores como la situación de Grecia y la caída de la bolsa china, mostrando bastante volatilidad. El negocio minero está expuesto a estas variaciones de corto plazo en el mercado y lo importante es identificar cuando estas condiciones se traducen en cambios estructurales de largo plazo.
Las proyecciones de precios del cobre de los analistas para lo que resta del año y el año siguiente son menores a las que había hace unos meses atrás por la incertidumbre que persiste en las condiciones de la economía global. Sin embargo, en una perspectiva de más largo plazo, las condiciones fundamentales de oferta y demanda muestran un balance estrecho, lo que permite adelantar mejores condiciones de precio que las que observamos hoy día, especialmente más allá del año 2017.
-Las menores proyecciones del precio de cobre a futuro ¿cuánto pueden afectar a las inversiones mineras del sector?
-Indudablemente, ya han afectado las inversiones y lo vemos en la postergación de proyectos y la venta de activos por parte de otras compañías mineras. Sin embargo, Antofagasta Minerals toma sus decisiones con una visión estratégica de largo plazo y por eso tenemos interés en invertir y seguir creciendo. De hecho, a finales de mayo ingresamos al Sistema de Evaluación Ambiental el proyecto de Desarrollo Minero Centinela, en la Segunda Región. Queremos impulsar la ampliación de esta compañía, construyendo una nueva planta concentradora y dos nuevos rajos.
Esfuerzo en costos debe ser permanente
-Con este precio más bajo del cobre, ¿se podrán profundizar los planes de reducción de costos impulsados por las mineras?
-La mayoría de las mineras, incluyendo a Antofagasta Minerals, está impulsando planes para reducir costos y mejorar competitividad. Sin embargo, este esfuerzo debe ser permanente, porque todos en la industria sabemos que el mercado del cobre muestra alta volatilidad. En la última década hemos tenido precios mayores a los acostumbrados, pero también hemos sufrido alzas en los costos, por factores como el valor de la energía, la disponibilidad de agua, mano de obra y mayores exigencias ambientales y de las comunidades. Por eso, el desafío para minería en general es mejorar su productividad, revisando la forma en que trabajamos. Hay un amplio espacio para ser más productivos y creo que este es el factor central para hacer frente a los vaivenes en el mercado.
-La inestabilidad del mercado chino ¿cuánto podría afectar los precios de largo plazo del cobre?
-Como ya comenté, tenemos una perspectiva favorable en cuanto a la evolución del precio en plazos más largos. Con esta baja de precio productores marginales se verán obligados a ajustar su producción, por lo que sostener el esfuerzo en competitividad es fundamental.
-¿Cuáles son sus perspectivas para lo que queda del año y 2016 en relación al precio del cobre?
-El precio de mediano plazo no debería ser muy distinto a lo que hemos visto en los últimos meses.
Producción nacional
Cochilco no sólo redujo sus perspectivas de precio promedio para el cobre en 2015 -US$ 2,77 la libra, estimada para el ejercicio-, sino que también actualizó a la baja la producción del metal de mina en Chile, desde una expansión de 3,3% prevista en marzo a 2,3% en junio.
De todas formas, para este ejercicio el organismo calculó que la producción nacional de cobre mina alcanzaría los 5,88 millones de toneladas. Los mayores aportes provendrían de minera Escondida y operaciones que comenzaron sus actividades en 2013 como Ministro Hales (Codelco) y Caserones, lo que se suma a Sierra Gorda, que inició producción el año pasado.
Mientras para el año 2016, el informe indica que se cumplirá la meta de producir 6 millones de toneladas de cobre en el país.
Fuente: Diario Financiero