Por el lado chileno está la postura que este es un problema entre privados, pero ven poco ánimo de avanzar en un acuerdo.
Pese a ser un conflicto entre privados, el juicio entre Antofagasta Minerals (AMSA) y Glencore que se mantiene en Argentina, está comenzando a tomar otros ribetes.
En los próximos días se concretará una visita de organismos técnicos chilenos y trasandinos a la zona donde se ubica uno de los botaderos de Los Pelambres, empresa que entre 2007 y 2011 traspasó la frontera al no ser notificada oportunamente de un cambio en la cartografía de la zona, lo que dejó 27 toneladas de material en terrenos del proyecto El Pachón, de Glencore.
Lo anterior gatilló que la firma internacional demandara a AMSA ante tribunales argentinos, esto luego de que no prosperaran las negociaciones entre ambas.
Con todo, la visita de los organismos especializados en minería surgió a raíz de un requerimiento desde ese país para que en Chile se hiciera un levantamiento técnico de la situación, explican en la industria.
Aunque el gobierno trasandino ha estado activo en el tema, por el lado chileno las autoridades gubernamentales han dejado claro que se trata de un problema entre privados, que no involucra a los Estados, aunque de todos modos dicen monitorear de cerca el tema.
En la industria matizan este punto. Dicen que aunque es un tema entre privados, el hecho de que sea un problema surgido en la frontera le da una dimensión binacional, que debe ser resuelto por una instancia especial.
Lo que preocupa en el gobierno es que no se han visto acercamientos entre las empresas, a quienes no se les distingue disposición para reanudar conversaciones.
Respecto a la dimensión del conflicto, expertos en temas internacionales señalan que un caso de esta naturaleza puede tomar hasta diez años para contar con una sentencia definitiva.
Esto se podría extender más si se considera la dificultad de que una empresa que no está constituida en Argentina, ejecute el fallo.
A la fecha, el proceso judicial no ha avanzado demasiado, ya que en Argentina hay un receso judicial. Además, AMSA planteó objeciones a la competencia de esa sede, lo que no se debería solucionar antes de dos o tres meses más.
¿Efecto en inversiones?
Las diferencias entre ambas empresas están generando ruido en la industria minera.
La ex subsecretaria de Minería y quien lleva este caso en Glencore, Verónica Barahona, ha estado presentando el conflicto ante organizaciones gremiales, con el fin de aclarar dudas que han surgido a raíz de las declaraciones que se han dado sobre el tema.
Pero además ya se está comenzado a hablar de otras aristas, especialmente sobre los efectos que podría tener el conflicto a nivel país si esto no tiene una salida expedita.
Hay quienes han planteado que si esta disputa no se soluciona pronto, podría traer consecuencias en las inversiones destinadas a la infraestructura vial y de conectividad en la Región de Coquimbo, que beneficiará el desarrollo de la minería en San Juan, provincia donde se ubica El Pachón.
Por ejemplo, en esa zona está el proyecto para construir el túnel de Agua Negra, el que se debería licitar hacia mediados de año.
Fuente: Diario Financiero