Saldo negativo de 2015 sería el más alto desde la crisis de 2009. Expertos ven lejana la posibilidad de balance en 2018.
Por cada centavo de dólar que disminuye el precio del cobre en los mercados internacionales, las arcas fiscales dejan de percibir cerca de US$ 60 millones provenientes de los excedentes de Codelco y de la tributación de la minería privada, y otros US$ 120 millones por menor valor de las exportaciones.
Así de directo es el vínculo entre el valor del principal envío del país y la recaudación fiscal. Por eso, el sostenido descenso del metal, que desde julio del año pasado empezó a acentuar una tendencia bajista que ya se advertía en 2011, despierta inquietud por su impacto en las finanzas públicas.
Ayer el cobre bajó 0,4% y se ubicó en US$ 2,80 la libra, el precio más bajo desde el 25 de julio de 2010, presionado por la fortaleza global del dólar -que ayer en todo caso descendió levemente en Chile hasta los $ 616- y los temores ante una menor demanda de China, el mayor consumidor global.
En los primeros tres días de 2015 el metal promedia US$ 2,82 la libra, por debajo de los US$ 3,12 previstos como precio efectivo en el Presupuesto de este año y también inferior a los US$ 3,07 calculados como precio de largo plazo por los expertos convocados por el Ministerio de Hacienda.
“Con un dólar que se aprecia a nivel global y un petróleo a la baja, que disminuye los costos de la energía, es esperable que la tendencia del cobre se mantenga”, dice Patricio Rojas, de Rojas y Asociados. El experto calcula que promediará en torno a US$ 2,90 la libra este año “lo que significará entre US$ 1.200 y US$ 1.500 millones menos de ingresos fiscales”.
El economista destaca que lo anterior, sumado a una menor recaudación por crecimiento -cerca de 1 punto menos que el 3,6% proyectado en el Presupuesto, que equivalen a una merma de US$ 600 millones- se traducirían en una reducción de ingresos fiscales en torno a los US$ 2.200 millones. Con ello, dice, “el déficit efectivo se elevaría más de un punto respecto del -1,9% del PIB estimado en el erario de este año, acercándose así al 3%”. Se trataría del mayor saldo negativo desde el -4,4% de la recesión de 2009.
Coincide Cecilia Cifuentes, de Libertad y Desarrollo, destacando que “este escenario hace muy difícil cumplir con las metas de gasto social del Ejecutivo y también con las de convergencia a un balance estructural (0%) en 2018”. Añade que “hay un deterioro de la solvencia fiscal que va más allá de esta baja del precio del cobre y que tiene que ver con el fin del ciclo minero, tema que ha estado ausente en la discusión de la política fiscal. Correspondería ser más prudentes en el gasto, lo que hasta ahora no hemos visto”
Complementa Patricio Rojas, afirmando que “no veo posible que se de una convergencia a un 0% en 2018 y es muy probable que este gobierno se quede con un déficit fiscal elevado. Eso habrá que sincerarlo en algún momento”.
En el gobierno, las perspectivas no son mejores. La ministra de Minería, Aurora Williams, admitió ayer -en el marco del balance anual de la cartera- que el menor precio del metal rojo, “implica una menor recaudación”.
Su parecer fue compartido por el vicepresidente ejecutivo de la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), Sergio Hernández, quien, eso sí, hizo hincapié que aún queda por ver cómo influirán los costos.
Hernández indicó que a fin de mes Cochilco entregará su proyección para el precio promedio del cobre en 2015, la que, adelantó, estará en línea con la estimada por el Banco Central (de US$ 2,95), situándose así en un rango de US$ 2,95 a US$ 3 la libra.
“La proyección es menor (en recaudación fiscal). Pero si se compara lo recaudado a septiembre de 2014 con el mismo periodo de 2013, la devolución de impuesto a la renta es US$ 240 millones superior a la de 2013, lo que ratifica que el precio es muy influyente, pero también los costos”, dijo.
Durante 2013, el aporte de la minería al financiamiento fiscal alcanzó a US$ 5.820 millones. Mientras que el año pasado habría alcanzado a unos US$ 4.700 millones, estimó la Sociedad Nacional de Minería (Sonami).
Optimismo en la industria
Las proyecciones de los economistas y del gobierno no son compartidas dentro de la industria, ya que se espera que el crecimiento de 5% que registrará la producción de cobre, hasta a 6 millones de toneladas, contribuya a compensar la caída del precio del metal en términos de ingresos fiscales.
El gerente de Estudios de la Sonami, Alvaro Merino, indicó que para este año se espera que el aporte de la minería al Estado alcance a unos US$ 5.000 millones, “debido a un aumento en la producción y a pesar que el valor de los minerales será inferior al precio observado durante 2014 y a la depreciación del peso, lo que implica que se requerirán menos dólares para pagar los costos en moneda local”.
Por su lado, el director del Centro de Estudios del Cobre y la Minería (Cesco), Juan Carlos Guajardo, añade que considerando que el precio del cobre de largo plazo establecido por el Comité Consultivo del Precio de Referencia del Cobre alcanzó los US$ 3,07 la libra, es muy probable que se active la utilización del Fondo de Estabilidad Económica y Social durante los próximos trimestres.
Asimismo, descarta que iniciativas mineras sean desechadas por las empresas en este escenario.
“Los proyectos que se han cancelado han tenido como principal factor para ello las dificultades en materia de permisos y escalamiento de costos”, sostuvo.
Pequeña y Mediana Minería
En el actual escenario, el gobierno está evaluando reactivar el mecanismo de estabilización de precios para la pequeña y mediana minería, herramienta que opera como un crédito sectorial que se aplica cuando el precio de mercado del cobre es inferior a un valor que se fija de referencia.
Álvaro Merino señaló que este mecanismo operó eficientemente entre 1998 y 2003 y posteriormente entre noviembre de 2008 a abril de 2009 . Detalló que en ambos casos, una vez que se recuperó el precio del cobre, este segmento productivo canceló la totalidad del crédito.
Fuente: La Tercera