El Banco Central corrigió cifras a la baja, y expertos esperan que la tendencia se revierta a partir de 2017. Por cada centavo de dólar promedio anual en que cae el precio del metal, el fisco deja de recibir US$ 60 millones.
Las proyecciones de precio para el principal commodity del país fueron corregidas a la baja por el Banco Central. Ayer, en el Informe de Política Monetaria (IPoM), la entidad previó que el cobre anote un valor promedio cercano a los US$ 2,95 la libra en 2015, y de US$ 2,85 en 2016.
De esta manera, el ente rector redujo en diez centavos su proyección anterior para 2015. Rodrigo Vergara, presidente del Banco Central, dijo que al parecer, el superciclo se terminó: "Tenemos que acostumbrarnos al ajuste que se ha vivido".
El menor valor del metal produce un efecto de depreciación sobre el tipo de cambio.
En tanto, Álvaro Merino, gerente de estudios de la Sonami, señaló que por cada centavo de dólar promedio anual en que cae el precio del cobre, Chile deja de percibir US$ 128 millones por exportaciones, y el fisco, alrededor de US$ 60 millones por excedentes de Codelco y tributación de la minería privada. Aún así, sus estimaciones indican que a 2017 se debería reducir el superávit de cobre existente en el mercado, y para 2018 una situación de déficit impulsaría nuevamente el precio del metal.
José Tomás Morel, gerente de estudios del Consejo Minero, sostiene que el Presupuesto Público de 2015 se construyó con un precio promedio de largo plazo de US$ 3,07 la libra, valor que está dentro del rango de proyecciones del IPoM, por lo que no significa una alerta desde la perspectiva fiscal.
Gustavo Lagos, académico de la U. Católica, señala que si bien esto tiene un efecto en el Presupuesto fiscal, no se puede estimar aún con certeza la magnitud, puesto que inciden varios factores. Señala que la meta de producción de 6 millones de toneladas anuales en Chile probablemente no se cumplirá, lo que se viene a sumar a las bajas de la ley del mineral y al desconocimiento de los modelos de bloque de los yacimientos, entre otros factores. Todo lo anterior influye en los aportes a las arcas fiscales. Eso sí, rescata que los costos del sector estarán a la baja, porque los aumentos salariales estarán más controlados, y también porque el precio del dólar ha subido más de 20% respecto de 2013. Lo anterior es una ventaja, pues un 50% de los costos operacionales de las mineras son en pesos, por lo que un alza en el tipo de cambio incide en una baja en los costos.
Francisco Klapp, de Libertad y Desarrollo, dice que el retroceso del precio del metal obliga al Estado a buscar más formas de financiamiento, deshaciéndose de sus activos o emitiendo deuda. Pero indica que no se ve un escenario en el que el cobre caiga más de lo previsto por el Central, ya que la oferta comenzaría a restringirse.
A la espera
El boom de las inversiones mineras cambió en 2014. Cristóbal Gamboni, economista senior de BBVA Research, dice que en 2014 el sector se ha dedicado a recoger lo que cosechó y no se ve un cambio de tendencia para 2015. "El crecimiento del sector este año ha sido más por producción que por inversión", señala. Y advierte que habrá que esperar al menos tres años para ver una recuperación en las tasas de inversión minera. Lagos también dice que las firmas se están preparando para una próxima ola de inversiones, cuando el precio esté un poco más alto, el tema energético se resuelva y "la Corte Suprema y el Gobierno comiencen a comportarse de forma coherente", dice.
US$ 4.500 millones se espera que aporte la minería al fisco en 2014, considerando tanto los excedentes de Codelco como la tributación de la minería privada. La cifra es cerca de la mitad de los recursos que aportó el sector en 2012.
US$ 2,89 la libra de cobre es el peor registro del metal en lo que va del año. Se explica principalmente por la incertidumbre sobre el crecimiento de China.
6 millones de toneladas de cobre es el objetivo de producción país de este año, pero los analistas advierten que no se cumplirá.
Fuente: El Mercurio