Ingreso imponible mensual del sector es más del doble del promedio del total de las actividades económicas. La desaceleración pondría un cierto freno a esta tendencia.
Mucho se habla de los grandes problemas de la minería: el alto costo de la energía, de la mano de obra y el poder que han adquirido los sindicatos, la baja ley del mineral, los profundos problemas en torno a la productividad, sobre de los trabajadores externos, y suma y sigue.
Realmente el desafío es enorme. El año pasado el costo unitario de la producción de cátodos de cobre alcanzó US$ 2,50 por libra de cobre, según un informe realizado por BBVA Research. Esto supera en 5% el promedio mundial, que alcanza los US$ 2,38 por libra de este mineral. Hace una década atrás, en cambio, el país presentaba costos unitarios de US$ 0,63 por libra, mientras el resto del mundo US$ 0,71 por libra.
El mismo informe, basado esta vez en datos de Cochilco a 2012, muestra que el 28% de esos costos se explican por el factor laboral, seguido por otros costos asociados (26%), servicios (21%), energía (18%) y combustibles (7%). Aun así, señala que de no mejorarse la situación eléctrica en el país, se alcanzaría uno de los niveles más altos en esta materia, lo que elevaría aún más los costos de producción en el corto plazo.
La mano de obra es un peso pesado para la minería. Cifras del Consejo Minero a agosto de 2014 muestran que el ingreso imponible mensual del sector alcanza $1.232.000, muy por sobre el promedio de $599 mil de todas las actividades económicas. Además de una participación cada vez más gravitante de los sindicatos, las mineras invierten grandes sumas de dinero en beneficios para sus trabajadores, ya sea en pasajes de avión, bonos y otros. Todo esto se suma a una caída importante de productividad laboral.
Hermann González, analista de BBVA, señala que el alza de inversión en la minería, sumada a la relativa escasez de personal calificado, incrementó los costos de mano de obra. "Tuvimos alzas de salarios relevantes que todavía se mantienen (...) También los bonos forman parte de estos costos", explica. Agrega que en 2013 y en lo que va de 2014, el cambio en términos de la participación del empleo sobre los costos no es tanto, pero en términos de tendencia los costos de producción deberían empezar a ceder si no este año, el próximo con mayor claridad. "El mercado laboral se está viendo con mayores holguras porque la economía ha perdido dinamismo y eso está reduciendo las presiones salariales. Además, la depreciación del tipo de cambio tiene un efecto muy positivo sobre la industria minera y particularmente sobre los costos, ya que la mayor parte de sus ingresos son en dólares y tiene al menos el 40% de sus costos en pesos", añade González.
El peak de contratación en el sector minero, según el portafolio de inversiones para el sector entre 2013 y 2017 que maneja Cochilco, se alcanzaría durante el primer semestre de 2017, con un total de 44.094 personas, según señala el análisis de BBVA.
Solo en los últimos siete años, la participación minera en el PIB nacional cayó 10 puntos porcentuales, y de no mejorar el panorama, este retroceso podría acentuarse.
La proyección en el mercado del cobre indica que su precio podría situarse por debajo de los US$ 3 por libra en la próxima década. Hermann González explica que se ve un superávit en oferta de cobre por las inversiones que se han hecho en los últimos años. Eso sí, advierte que el precio no estará muy por debajo de este valor, principalmente porque se proyecta que en el mediano plazo China siga creciendo a un ritmo saludable, en torno al 7%.
"Además, los costos de producción, si bien pueden bajar, suponen un piso para el precio del cobre", afirma el analista del BBVA, y agrega que si bien hay proyecciones de aumento de oferta, estas muchas veces se atrasan, por lo que se podría generar un superávit menor al esperado por el mercado.
Fuente: El Mercurio