Diego Hernández, presidente de Antofagasta Minerals, dio a conocer ayer la noticia a los ejecutivos del grupo.
Ayer, cerca de las 18 horas, los trabajadores de Antofagasta Minerals (AMSA), brazo minero del Grupo Luksic, recibieron un correo. Allí, el presidente ejecutivo, Diego Hernández, anunció que se había tomado la decisión de cerrar Minera Michilla.
El yacimiento de cobre ubicado en la Región de Antofagasta terminará de operar a fines de 2015, comentan fuentes cercanas a la empresa.
Hernández explicó que producto del agotamiento del mineral y de la falta de reservas en la mina, el grupo está viendo las alternativas para desprenderse de Michilla. En cuanto a los trabajadores de ese yacimiento, se podría ver la posibilidad de reubicarlos en otras faenas.
En la industria comentan que la pequeña escala de la mina no es acorde con los objetivos de AMSA, propietaria de Minera Los Pelambres y Minera Centinela, que agrupa los yacimientos Esperanza y El Tesoro. "Michilla es una distracción para la compañía", dicen en el sector.
Fuentes de AMSA no descartan que la empresa decida vender el yacimiento a alguna compañía de menor tamaño a la que eventualmente podría interesarle operar esta faena.
A pesar de que se intentó buscar alternativas para ampliar la vida útil del yacimiento más pequeño, más antiguo y de mayor costo del grupo, esto no habría sido posible. Ayer se anunció tanto al Ministerio de Minería como a la Intendencia regional la decisión.
La producción de este yacimiento está muy por debajo del resto de las operaciones del Grupo Luksic. Así, mientras Los Pelambres produjo 291.500 toneladas de cobre fino entre enero y septiembre -una disminución de 3,9% respecto del mismo lapso en 2013-, Minera Michilla registró solo 34.100 toneladas.
El cierre de Michilla es un anuncio más entre los múltiples cambios que ha realizado la empresa este año. El mayor de todos fue la creación de Centinela, que comenzó a operar integradamente en julio y se convirtió en una de las siete minas más grandes del país. Allí, el grupo tiene previsto desarrollar el potencial de los depósitos existentes para lo que estudian inversiones por US$ 2.700 millones.
Fuente: El Mercurio