Dependiendo del nivel de desarrollo de los autos eléctricos, la demanda del mineral crecería hasta un 54% a 2020 a nivel mundial. A inicios de 2015, la firma concretaría la fusión con Albermarle.
Chile es el segundo mayor productor de litio en el mundo, después de Australia. Y en el corto plazo Rockwood Lithium -firma que tiene presencia en los cinco continentes- tiene planes ambiciosos en el país.
La compañía hoy posee dos sitios de producción: la planta Salar de Atacama y la planta química La Negra, en Antofagasta. En esta última, la empresa ha invertido cerca de US$ 300 millones en los últimos cinco años para modernizar sus procesos y construir una instalación que permitirá entregar el insumo básico para el desarrollo de automóviles eléctricos.
La iniciativa, que esperan inicie operaciones a fines del primer trimestre de 2015, les permitirá aumentar su producción desde 27 mil a 47 mil toneladas de carbonato de litio en el país, lo que equivale a un 74% de incremento. Con esto los dejaría en condiciones similares de producción respecto de su principal competidor, SQM, afirma el gerente general Stephen Elgueta. Agrega que esta planta promueve el desarrollo e innovación en la producción de litio, y no solo la extracción del material.
Son múltiples los usos del litio en el mundo. El mineral se utiliza en baterías para celulares, tabletas, computadores, automóviles eléctricos, pero también en baterías para almacenar capacidad eléctrica, así como en productos para la industria farmacéutica.
En julio se anunció que Albermarle, una de las mayores empresas químicas del mundo, compraría Rockwood Lithium. Esto implicará que ambas compañías inicien un proceso de fusión con el cual Albermarle pasaría a ser el mayor actor global del negocio. La transacción alcanza los US$ 6.200 millones y se concretaría a principios de 2015.
Fuerte alza
El litio es un mineral que promete. Según estimaciones de analistas, la demanda mundial de carbonato de litio en 2020 será cercana a 207 mil toneladas métricas, en base a sus usos actuales. Pero esa cifra podría ser mayor en función del crecimiento de los autos eléctricos.
Elgueta explica que en un escenario conservador respecto al uso de baterías de automóviles, la demanda podría aumentar alrededor de un 20% en el periodo. En un escenario optimista -según el grado de desarrollo tecnológico que alcance ese sector de la industria automotriz-, podría superar el 54%.
De ahí el papel primordial que ha tomado el desarrollo de este mineral en el país, donde el Gobierno creó una comisión técnica que se espera entregue las principales conclusiones a fines de este mes.
Hoy, dentro de los planes de Rockwood está también el desarrollo de un proyecto de energía solar en la planta Salar de Atacama. El objetivo, dice Elgueta, es reducir más de un 30% el uso de diésel que hoy utilizan para la generación eléctrica en los procesos.
"Pensamos desarrollar una planta solar híbrida -funciona con energía solar en el día y con respaldo de noche-, que producirá 1,5 MW de energía solar. Adicionalmente, esto permitirá abastecer a la comunidad de Peine, ubicada a 27 kilómetros", puntualiza el gerente general.
Fuente: El Mercurio