“Ambas áreas del planeta han estado presentes en el desarrollo metalúrgico, pero durante una época —que coincide con su mayor relevancia económica— el aporte oriental fue más significativo”
En los capítulos anteriores nos guiamos principalmente por los desarrollos técnicos del mundo occidental. Pero desde que comenzó el uso de los metales no fue precisamente el mundo occidental el que generó la mayor actividad económica y, en consecuencia, usó la mayor cantidad de metales, entre ellos el cobre.
En el cuadro N°1 se puede ver una estimación de la distribución del consumo de cobre en el mundo durante los últimos 5.000 años. Esta estimación se basa en un estudio de la OCDE sobre la población mundial histórica y su ingreso per cápita. Está claro que Asia Menor fue el principal y único consumidor de cobre al comienzo de este periodo.
Cuadro N°1
Pero ya a mediados del tercer milenio a. C. surgió la metalurgia del cobre, primero en India, y poco después en China, pasando ambos países a ser los principales productores y consumidores de cobre durante el primer milenio a. C. Esta posición se mantuvo hasta el S.XVII. Cuando Europa —y posteriormente— Estados Unidos pasaron a encabezar las regiones de mayor actividad económica y de consumo de cobre a nivel mundial hasta que, recientemente, China logró revertir nuevamente esta situación.
Habiendo tenido las economías de Asia una posición dominante en el contexto mundial, es de suponer que esta situación también debería haberse reflejado en el desarrollo de la metalurgia. El cuadro Nº2 indica las principales diferencias históricas entre Oriente y Occidente en este campo. Cuando en Occidente (Asia Menor) comenzó a usarse el bronce, China e India recién comenzaban con el uso del cobre nativo. Pero ya a partir del segundo milenio a. C., cuando China comenzó a fundir objetos de bronce, lo hizo con una tecnología más avanzada y de mayor belleza que en la región del Levante. Hay antecedentes que demuestran que en India se produjo fierro forjado antes que en Asia Menor y que en China a mediados del primer milenio a. C. ya se producía una aleación de Cu-Ni y objetos de fierro fundido. La técnica del fierro fundido se descubrió en Europa recién a finales de la Edad Media. Más aún, los primeros lingotes de acero fundidos metalúrgicamente datan de India y con ellos se desarrolló un floreciente comercio de exportación hacia Europa que duró hasta fines de la Edad Media. El producto importado por los reinos europeos eran las famosas espadas, sables y dagas de Damasco, el famoso y legendario acero damasceno. Pero Damasco era sólo el centro comercial donde se fabricaban y distribuían las armas. El acero para ello se producía en India en forma de lingotes.
Cuadro N°2
Durante el Imperio Romano se desarrolló la aleación de CU con Zn, el latón, que a la postre pasaría a ser la aleación de cobre más importante. Tanto India como China demoraron más de 1.000 años hasta que también pudieron producir latón. En ambos casos se empleaba el complicado proceso de cementación (explicado en los capítulos anteriores) dado que el Zn metálico no había sido descubierto. Nuevamente fue en el Oriente, en India, donde por primera vez se produjo Zn metálico alrededor del S.XV. Este nuevo y desconocido metal fue importado posteriormente por los países europeos quienes le dieron el nombre de estaño Indio, por su similitud con este metal. 8 Zn metálico permitió producir por primera vez latón por aleación directa de los metales bajando con ello sustancialmente los costos de esta preciada aleación. El descubrimiento del Zn en Europa data de fines del S. XVIII.
En resumen, podemos decir que tanto Oriente como Occidente han estado presentes en el desarrollo de la metalurgia, pero durante una época que coincide con su mayor relevancia económica, el aporte oriental fue más significativo.