Nuevo Rajo El Inca de División Salvador de Codelco producirá 90 mil toneladas de cobre fino al año

Actualidad
Typography
  • Smaller Small Medium Big Bigger
  • Default Helvetica Segoe Georgia Times

Presidente Piñera asistió a la inauguración de las obras de la nueva mina que reemplazará a la subterránea y que entrará en operaciones a fines del 2023, cambiando drásticamente el método de explotación y dándole una segunda vida a El Salvador.

Con la meta de subir la producción anual de cobre fino de 60 a 90 mil toneladas anuales en régimen, el Presidente Sebastián Piñera, junto al biministro de Energía y Minería, Juan Carlos Jobet, y el Presidente del directorio de Codelco, Juan Benavides, inauguró las obras del nuevo Rajo Abierto de la División Salvador de Codelco, el cual reemplazará a la actual mina subterránea, cuyas reservas, según estimaciones de la cuprífera, se terminaban este año.

La nueva mina a cielo abierto implicará un cambio radical en el método de explotación y permitirá extender la vida útil de esta faena minera hasta el año 2070, con una inversión total de US$1.383 millones. Según explicó Piñera, el rajo tiene más de 796 millones de toneladas de reservas, con una ley competitiva (0,59% de ley media) particularmente en sus primeros 10 años de explotación.

En la ceremonia, que incluyó el tradicional corte de cinta y una primera tronadura simbólica, el Presidente Piñera destacó que el nuevo rajo permitió darle una nueva vida a la mina, que de otra forma, habría tenido que finalizar sus faenas.

“Son hombres y mujeres que han convivido durante mucho tiempo con el fantasma que los acechaba permanentemente porque el cierre de El Salvador significaba la muerte de la ciudad de El Salvador, pero hoy día ese temor ya quedó atrás porque tomamos la decisión de empujar este nuevo proyecto Rajo Inca que es un proyecto que no solamente es un proyecto eficiente desde el punto de vista productivo, sino que también es un proyecto limpio y sustentable desde un punto de vista ambiental”, señaló.

Sobre este último punto, recalcó que el proyecto pretende resguardar el Salar de Pedernales y todo su ecosistema, y recuperar 60 hectáreas de vegetación. “El Rajo Inca contempla poner en valor 175 hectáreas que incluyen los sistemas vegetacionales, zonales, hídricos y terrestres de mucho valor del Salar de Pedernales, contempla, también, un catastro de las especies de flora y fauna que existen en la zona para asegurar su sobrevivencia, su protección o su reubicación y, además, se va a proteger el patrimonio arqueológico que, estoy seguro, existe porque aquí vivieron nuestros pueblos originarios”.

Contribución económica

El mandatario explicó que el inicio de las operaciones está calculado para el segundo semestre de 2023, cuando se inicie la primera descarga de mineral desde camiones mineros en la nueva tolva de recepción en la planta concentradora.

En términos económicos, la nueva mina a cielo abierto, promediará 3% de aporte al PIB regional, mientras que el aporte al país sería igualmente importante, ya que por cada dólar invertido en Rajo Inca, se generarán alrededor de 6,2 dólares adicionales para la región y Chile.

“De hecho, por cada peso que invierta el Estado va a lograr extraer 5 o 6 pesos en beneficio de los chilenos para financiar la educación de nuestros niños, la salud de nuestras familias, las pensiones de nuestros adultos mayores. Pero, además, va a generar durante la etapa de construcción 2.400 puestos de trabajo y durante su etapa de explotación cerca de 1.000 puestos de trabajo que van a significar que muchas familias chilenas van a poder, gracias a su trabajo, mirar el futuro con optimismo”, indicó Piñera.

Se calcula además que su contribución al empleo directo e indirecto, permitirá una tasa de ocupación de la región de 9% en las comunas de Diego de Almagro y Chañaral durante la vida del proyecto.

La principal cuprífera del país informó que el plan de inversión minera de Codelco para este año es de US$3.500 millones y, además de Rajo Inca, son tres las iniciativas que más inversión van a recibir: El Teniente, Chuquicamata Subterránea y Traspaso Andina.

Fuente: Pulso