Codelco: desarrollo de nuevas fases en Chuqui no es factible

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Presidente ejecutivo, Nelson Pizarro, dijo que a pesar del análisis, se buscarán soluciones en conjunto con los trabajadores.

“El desarollo de nuevas fases en la Mina Rajo Chuquicamata no es técnica ni económicamente factible”. Así calificó el presidente ejecutivo de Codelco, Nelson Pizarro, la propuesta de trabajadores para desarrollar las fases 51 y 52 en la mina de rajo abierto más grande del mundo.

Dichas iniciativas nacieron como respuesta de los sindicatos de trabajadores a un eventual atraso en la puesta en marcha del proyecto de US$ 4.200 millones: Chuquicamata Subterráneo.

Ese proyecto, cuya entrada en operación está prevista para 2019, permitirá la transformación del actual rajo abierto en una operación subterránea, otorgándole más vida útil al yacimiento. La transición desde una modalidad a la otra complica a los trabajadores, ya que se teme por eventuales pérdidas de plazas laborales si es que efectivamente la iniciativa se atrasa.

Las palabras de Pizarro fueron vertidas en el marco de una presentación realizada en el Congreso. Sin embargo, al ser consultado posteriormente sobre el tema, matizó e indicó que la idea es dialogar con los trabajadores en las denominadas mesas de convergencia, con el fin de encontrar una solución y que cada una de las partes presenten sus visiones.

“Los números (para desarrollar las fases) no dan. Hay que mover mucho tonelaje para alumbrar mineral y ese mineral tiene que ser rentable y pagar todos los costos, pero lo vamos a discutir primero con los trabajadores”, explicó.

Para Pizarro, la estatal está dispuesta a que los sindicatos den a conocer las fórmulas a través de las cuales la propuesta puede funcionar, aunque precisó que “las razones son que ellos creen que el proyecto Chuqui Subterráneo puede atrasarse mucho”, dijo. “Pienso que la posibilidad es remota. Chuquicamata, en estricto rigor, en su línea principal, no está atrasado”,

Con todo, el presidente ejecutivo de Codelco subrayó que existe una obra que no es parte de la ruta crítica (pique vertical de ventilación), con avance más lento que el programado, pero destacó que a pesar de ello, la iniciativa posee una holgura de 8 meses.

Pizarro explicó que cualquier desfase de la iniciativa representaría una pérdida significativa para Codelco, por lo que resulta clave sostener el cumplimiento del programa. Asimismo, dijo que en caso de presentarse ese escenario, una alternativa de mitigación es mantener la concentradora de Chuqui a plena capacidad aumentando el procesamiento de minerales provenientes de la División Radomito Tomic (RT).

Las razones

Ante los parlamentarios Pizarro señaló que el desarrollo de las fases 51 y 52 suponen tiempos de desarrollo de 5 o más años, con inversiones superiores a los US$ 2.200 millones y con pérdidas de VAN (valor presente de los flujos futuros de los proyecto), derivadas del aplazamiento de la iniciativa, superiores a la alternativa de alimentación con minerales de RT.

De igual forma, destacó que el plan de cierre del rajo contempla medidas para mitigar los impactos ambientales y socio-laborales, por lo que se consideran planes de egreso y el traslado de trabajadores a otras áreas de Chuquicamata, los que involucrarían a alrededor de 630 personas.

Fuente: La Tercera